La madrugada del 6 de septiembre, un militante de la Unión de Juventudes Comunistas de España (UJCE) de León y un amigo que lo acompañaba fueron agredidos por un grupo de más de quince personas que proferían gritos fascistas, entre ellos “Heil Hitler”, según denunció la propia organización en un comunicado emitido este domingo.

La agresión ocurrió en las calles próximas a un encuentro de fútbol entre la Cultural Leonesa y el Leganés, cuya afición incluye grupos de ideología fascista. Los atacantes, tras identificar la camiseta "punk" de uno de ellos, comenzaron a hostigar verbalmente a las dos personas y arrojar botellines, iniciaron una carga con golpes en la cabeza hasta que tuvieron que intervenir personas de un bar cercano, momento en el que los agresores huyeron.

Este nuevo episodio de violencia fascista callejera se produce en mitad de una oleada creciente de agresiones fascistas contra militantes políticos y personas con apariencias identificadas como "de izquierdas" en diversas ciudades del Estado español durante el último año, además de los últimos pogromos racistas. Sin ir más lejos, el pasado junio arrestaron en Valladolid (Castilla y León) a un neonazi por patear el cráneo a un joven antifascista.

La UJCE atribuye todas estas acciones a la legitimación social cada vez mayor de discursos fascistas y denuncia la complicidad o permisividad de las instituciones. En su comunicado, llama a la “unidad de nuestra clase” para enfrentar la impunidad de estos ataques fascistas y señala la relación de las instituciones burguesas con estos grupos.

Varios movimientos sociales y organizaciones políticas se han solidarizado con los agredidos y consideran que los hechos representan otra prueba más todo un contexto de normalización y proliferación de la violencia fascista, que afecta no solo a militantes, sino a la clase trabajadora en general.