La etapa de la Vuelta Ciclista a España celebrada este domingo en Lugo (Galiza) fue sacudida por protestas propalestinas contra la participación del equipo Israel Premier Tech. Ocho personas fueron detenidas en O Corgo tras intentar cortar la carretera principal al paso del pelotón, según fuentes de la Guardia Civil citadas por elDiario.es, mientras que en Monforte de Lemos la Policía Nacional española arrestó a otras dos personas, entre ellas la responsable comarcal del BNG, Rosana Prieto. Durante la movilización, la policía cargó violentamente contra los manifestantes, y el dispositivo policial tuvo que incluir el despliegue de un doble vallado en la meta.

Los enfrentamientos comenzaron casi una hora antes de la llegada a meta y se intensificaron tras finalizar la prueba. Las consignas, banderas palestinas y reclamos de boicot a Israel estuvieron presentes a lo largo del recorrido y en varios núcleos urbanos. En uno de los incidentes, un manifestante salió al paso del grupo de corredores, se tropezó y no llegó a invadir la vía, pero el guardia civil que corrió a detenerlo se interpuso en la calzada y provocó las caídas de Javier Romo y Edward Planckaert, que reanudaron la marcha minutos después. Fuentes policiales informaron que las detenciones se realizaron por "desorden público con peligro para la integridad de las personas".

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La mayoría de los medios de comunicación españoles sentenciaron rápidamente que fue el manifestante el que provocó la caída, cuando en las imágenes captadas en vídeo se puede apreciar claramente que no pisa el asfalto, y es el agente el que se interpone en el camino de los corredores.

Una vez finalizada la etapa, medio centenar de personas se congregaron frente a la Comandancia de la Guardia Civil de Lugo exigiendo la liberación de los detenidos y denunciando la represión sufrida durante la jornada. El líder del PP, Alberto Núñez-Feijóo, condenó las protestas y afirmó en redes sociales: "Para defender la causa palestina no hay que desprestigiar un evento que es de todos los españoles o poner en riesgo la seguridad", distanciándose tanto de la situación en Gaza como de los intentos de boicot, en un tono similar al de la mayoría de partidos políticos institucionales.

Los organizadores, preocupados ante la prolongada presión sobre el equipo Israel Premier Tech, admiten que preferirían que el equipo —cuyos corredores ahora se ven obligados a competir sin la referencia a Israel en el maillot— se retirase motu proprio. Sin embargo, las manifestaciones y boicots contra la formación israelí claman que no es suficiente: se han repetido en varias etapas, incluyendo acciones como el hackeo de la radio oficial de la carrera y concentraciones en la salida y meta, acompañadas de consignas en favor de Palestina y denuncias del genocidio y la ocupación. Las demás escuadras muestran inquietud ante la posibilidad de nuevos incidentes, mientras la organización mantiene el compromiso de finalizar la Vuelta en Madrid pese a las protestas.