El pasado martes, un militante del Movimiento Socialista de Sevilla (Andalucía) fue detenido en la puerta de su domicilio por dos policías de paisano, acusado de un presunto delito de "daños" que habrían sido cometidos en el marco de las acciones de la Acampada por Palestina en la Universidad de Sevilla, hace más de un año.

Esta detención se suma a otras dos ocurridas aproximadamente hace un año, sumando un total de tres personas acusadas que podrían enfrentarse a juicio en los próximos meses. A ello se suma la petición de dos años de prisión a otro militante del MS de la misma ciudad por el encierro en la Universidad de Sevilla durante la misma acampada.

Según denuncian desde el Movimiento Socialista sevillano, el objetivo de las fuerzas represivas al amedrentar a los militantes es claro: "desactivar toda iniciativa de protesta contra el genocidio del pueblo palestino". Además, el uso de listas negras de militantes se revela como un hecho tangible en la ciudad, de la misma manera que lo denunciaron desde Stop Represión Granada en 2013, o como admitió recientemente el periódico El Mundo en un artículo intoxicador sobre las protestas propalestinas en La Vuelta Ciclista, donde señalaba:

“La Policía vasca se prepara ahora para contrarrestar el incremento de las movilizaciones organizadas por 'los GKS', que también están ya en el centro de las investigaciones de las FSE” (...) “las FSE también monitorizan desde hace meses la actividad de estos grupos”.

El MS denuncia que estas listas, lejos de ser simples "registros", implican en la práctica la sustitución de la presunción de inocencia por presunciones de culpabilidad para las personas afectadas. Las muestras de seguimiento y espionaje al militante detenido parecen evidentes, a juzgar por las preguntas que le realizaron, relacionadas con viviendas a las que había ido en varias ocasiones, pero que no eran su domicilio.

“Ten cuidado, que ahí al lado tienes al que degolló el otro día a la novia”

Otro hecho irregular denunciado es que intentaron sonsacarle información sobre el caso antes de la llegada de su abogado, en una suerte de toma ilegal de declaración, generando situaciones de estrés y preguntas trampa para el militante. El detenido asegura que los agentes lo dejaron solo en los sótanos de la comisaría de Blas Infante, recibiendo amenazas de muerte indirectas como: “Ten cuidado, que ahí al lado tienes al que degolló el otro día a la novia”. La amenaza se refería al asesino machista de 21 años que recientemente acabó con la vida de su pareja.

Ante este episodio, desde el Movimiento Socialista de Sevilla reivindican que la defensa de los derechos políticos de la clase trabajadora pasa por "la denuncia de la represión del Estado, su papel como protector de la propiedad privada y su intención de conservar el estado de cosas existente".