El pasado domingo, 12 de octubre, los padres de alumnos del Colegio Nuestra Señora de los Infantes de Toledo (Castilla-La Mancha) recibieron un correo que no estaba destinado a ellos, con un borrador de una carta dirigida al Dicasterio para el Clero del Vaticano. Según recoge elDiario.es, el texto relata presuntos abusos sexuales cometidos por J.M.G., sacerdote jubilado y canónigo emérito, e informa que tras su jubilación se registraron acusaciones y una investigación interna.

El borrador señala que el presunto clérigo abusador habría actuado en al menos tres ocasiones, dos en clínicas de fisioterapia y otra más en una peregrinación a Medjugorje (Bosnia y Herzegovina). La carta indica que las denuncias fueron verificadas y que J.M.G. recibió "sanciones" como "la prohibición de celebrar misa públicamente", "la retirada de licencia para confesar" y "la restricción para otros sacramentos", además de un "acompañamiento terapéutico y espiritual durante dos años". Sin embargo, no consta ninguna denuncia ante la policía para iniciar una investigación judicial.

​El documento describe además un intento de extorsión al sacerdote mediante correos electrónicos y señala que J.M.G. "tiene daño en la corteza orbitofrontal, afectando su facultad de evaluar consecuencias". A pesar de las "medidas" tomadas, la carta advierte que "siguen llegando noticias de comportamientos inadecuados en sitios públicos". El envío accidental de esta carta ha generado conmoción y desconcierto entre los padres, que hasta entonces desconocían la situación.

Fuentes consultadas por elDiario.es confirman que la carta fue enviada por error y que el director del colegio, Ángel Camuñas, de 56 años y con trayectoria en la jerarquía eclesiástica, contactó a los padres para "disculparse" y aclarar que "nada tiene que ver con el colegio ni con personas que trabajen en el centro o con menores".