Las autoridades estadounidenses mantienen su caza de brujas interna y externa hacia quienes osan a criticar a su martirizado Charlie Kirk. Esta vez, han decidido prohibir la entrada a seis ciudadanos extranjeros de nacionalidades alemana, mexicana, argentina, sudafricana, brasileña y paraguaya, debido a “comentarios despectivos” que realizaron en redes sociales contra el fascista, que murió en septiembre a causa de un disparo recibido durante un discurso en un campus universitario del estado de Utah. Según el Departamento de Estado, el ciudadano alemán había declaró lo siguiente: al respecto: “Cuando los fascistas mueren, los demócratas no se quejan”.

La revocación de visas se sitúa dentro de una política que considera que Estados Unidos “carece de obligación de acoger a ciudadanos extranjeros que desean la muerte un estadounidense”. La Casa Blanca ha asegurado que continuará identificando a quienes “celebren el asesinato atroz” de Kirk. Detractores de Kirk señalaban sus discursos de odio hacia las personas racializadas, el pueblo palestino y el colectivo LGTBI. Donald Trump elogió su actividad política y atribuyó su asesinato a la “izquierda radical”, un señalamiento que ha abierto una persecución ideológica en EE.UU. hacia cualquier ideología que se aleje de posiciones conservadoras o abiertamente fascistas.