Rosatom, la corporación estatal nuclear rusa y el Gobierno chino han formalizado un acuerdo de cooperación para desarrollar la Northern Sea Route (NSR), también conocida como la Ruta Marítima del Norte o Ruta Ártica. En el encuentro, celebrado en Harbin el pasado 14 de octubre y encabezado por Alexey Likhachev, Director General de Rosatom, y Liu Wei, Ministro de Transporte de China, se aprobó un plan de acción conjunto que integra tecnologías avanzadas y soluciones logísticas orientadas a crear un corredor de transporte entre ambos países, según reporta la agencia TASS.

El acuerdo esboza la construcción de buques portacontenedores rompehielos y la implementación conjunta de iniciativas para "mejorar la seguridad marítima" en la compleja geografía ártica. La NSR, que conecta el litoral ruso del Océano Ártico y consolida su conexión con puertos europeos, asiáticos y siberianos, constituye una vía determinante de aproximadamente 5.600 kilómetros con capacidad para reducir costes de transporte y descongestionar rutas tradicionales como el Canal de Suez con tiempos de navegación récord.

Esta alianza responde a un contexto geoeconómico donde Rusia y China fortalecen sus acuerdos bilaterales en respuesta a sanciones occidentales y reconfiguraciones en el comercio mundial. Rosatom, operando la mayor flota del mundo de rompehielos nucleares, ve viable un aumento de tráfico y la navegación durante todo el año, con el diseño y construcción conjunta de hasta cinco buques especiales para garantizar la operatividad sino-rusa bajo condiciones árticas extremas.

Finalmente, el impulso a la NSR como corredor privilegiado busca no solo fines comerciales sino también tecnológicos, combinando la explotación de "oportunidades" provocadas por el cambio climático con una revancha en la influencia sobre los mercados. Esto convierte a Rusia y China en juegadores decisivos del nuevo tablero polar, donde se libra una fuerte competencia en el control logístico y el poder marítimo en una zona emergente.