CJS llama a 'Romper lo atado y bien atado' con un acto político en Madrid el 22N
Reivindica la herencia del antifranquismo y denuncia la impunidad del régimen y el "poder intacto de la clase dominante" ante la Audiencia Nacional.
La Coordinadora Juvenil Socialista (CJS) ha hecho publica una comparecencia desde la Audiencia Nacional española este martes, convocado un acto político el próximo 22 de noviembre a las 21:00 horas en la plaza del Campillo del Mundo Nuevo (Madrid), bajo el lema Romper lo atado y bien atado. “Han pasado 50 años y la ruptura de la clase trabajadora con el orden político de los explotadores sigue pendiente”, recuerda la organización semanas antes del aniversario de la muerte del dictador Francisco Franco, efeméride que aprovecha para denunciar la continuidad del poder económico y político heredado del franquismo.
La organización tiene clara la naturaleza del régimen: "El franquismo había servido para aplastar al movimiento obrero y blindar el poder de las élites económicas. 40 años de fascismo que comenzaron con una guerra de exterminio y que mantuvieron hasta el final el mismo espíritu asesino".
En su vídeo-declaración difundida en redes, CJS recuerda que los cientos de miles de muertos y represaliados son prueba de este carácter de clase del régimen. La organización denuncia que la Transición no supuso una verdadera ruptura democrática, sino una “reforma que mantuvo intacto el dominio de la burguesía”, y apunta directamente a la monarquía como símbolo de esa continuidad.
El acto se ha anunciado ante la Audiencia Nacional, institución que la organización juvenil señala como heredera directa del aparato represivo franquista. “El régimen cambió, pero el poder siguió quedando en manos de una minoría de explotadores”, denuncian, calificando a la actual democracia parlamentaria como “una dictadura con concesiones” en la que “no puede cuestionarse el poder de la clase dominante”.
CJS sitúa su llamamiento en un contexto de “giro autoritario y militarista de los Estados” y de “auge de un nuevo fascismo”, reivindicando la necesidad de una “ruptura socialista” que devuelva el protagonismo político a la clase trabajadora. Afirman que “hoy una nueva generación recoge el testigo de quienes se atrevieron a cuestionar este orden de opresión”, y añaden que frente a la “memoria falseada de la socialdemocracia” —que consideran “una memoria sin revolucionarios”— y las mentiras de los herederos del franquismo, toman el relevo de quienes lucharon por un futuro de libertad, “sin explotadores ni opresores”.
