Los cinco desahucios previstos para este 10 de noviembre en la calle José Zamoray nº 2 de Zaragoza (Aragón) han sido suspendidos. Estos bloques fueron adquiridos por SAREB, entidad pública de vivienda, que se niega a reconocer los contratos que los residentes tenían con la anterior empresa propietaria. Los vecinos del bloque se organizaron con el Sindicato de Inquilinas de Zaragoza y, gracias a la actuación del sindicato, los desahucios han sido aplazados temporalmente.

En sus declaraciones públicas, SAREB expone que cuenta con un protocolo para proporcionar alquiler social a personas consideradas vulnerables, y que se han mostrado abiertos a negociar. Sin embargo, desde el Sindicato de Inquilinas señalan que llevan semanas sin cogerles el teléfono y denuncian que su protocolo de alquiler social es insuficiente y, además, no se cumple. En primer lugar, denuncian que el protocolo “no incluye criterios públicos para determinar quién es vulnerable y quién no”. En segundo lugar, apuntan a una discriminación entre personas 'vulnerables' y 'no vulnerables', que dividiría a los vecinos y dejaría fuera a muchas familias de clase trabajadora que, a ojos de la SAREB ‘no son lo suficientemente pobres para merecer un alquiler’, pero que no pueden permitirse acceder a un piso nuevo a precio de mercado, y acaban siendo desahuciadas. En tercer lugar, señalan que la SAREB “incumple sistemáticamente su propio protocolo y recurre automáticamente al desahucio si los sindicatos de vivienda no están ahí para denunciar la situación y obligarles a negociar. Lo vimos en el Oliver y lo hemos visto en Zamoray: hasta que no aparecimos, los protocolos daban igual”.

Finalmente, explican que se trata de una “victoria parcial”, porque el aplazamiento de los desahucios es temporal y todavía no se han firmado nuevos contratos. Por último, llaman a organizarse y afiliarse al sindicato para enfrentar este tipo de situaciones. “Sólo gracias a la lucha organizada de las vecinas en el Sindicato es posible hacer frente al negocio de la vivienda. Nosotras seguiremos luchando para que todo el mundo pueda acceder a una vivienda digna”.