Más de mil baristas sindicalizados de la cadena de cafeterías Starbucks iniciaron este jueves una huelga indefinida en 65 establecimientos de más de 40 ciudades estadounidenses, en protesta por las prácticas antisindicales de la empresa y su negativa a firmar un convenio colectivo. La acción, bautizada como Rebelión del Vaso Rojo, responde a dieciocho meses de negociaciones estancadas y al aumento de prácticas antisindicales irresueltas por la multinacional, que ha rechazado sistemáticamente las demandas clave sobre salarios, horarios y contrataciones.

"Estamos transformando la Temporada del Vaso Rojo en la Rebelión del Vaso Rojo. La negativa de Starbucks a firmar un convenio justo y acabar con prácticas antisindicales nos obliga a tomar medidas drásticas", declaraba Dachi Spoltore, barista de Pittsburgh con cinco años de experiencia. Michelle Eisen, portavoz del sindicato Starbucks Workers United, advirtió en declaraciones recogidas en su página web que "si Starbucks sigue bloqueando un convenio justo, verán su negocio paralizarse. Sin convenio, no hay café".

Las negociaciones comenzaron en abril de 2024, con 33 tentativas de acuerdo en tan solo nueve meses. Sin embargo, en diciembre de 2024 Starbucks rechazó todas las propuestas económicas de los trabajadores, presentando un paquete que no aumentaba salarios el primer año ni abordaba los problemas de fondo de horarios y personal. "Starbucks retrocedió en el camino acordado previamente", explicaba el sindicato en su web, que presentó una demanda nacional por negociación de mala fe.

Starbucks: mayor infractor de la legislación laboral en EE.UU.

Durante 2025, la empresa implementó ilegalmente nuevas políticas sin negociar con el sindicato, incluyendo componentes de "Back to Starbucks" y un restrictivo código de vestimenta, generando aún más cargos por prácticas laborales abusivas. Starbucks Workers United ha presentado más de 100 nuevas demandas en el último año, sumándose a las más de 400 violaciones laborales previas registradas, que convierten a Starbucks en el mayor infractor de la legislación laboral en la historia reciente de EE.UU., según datos del National Labor Relations Board. Un juez administrativo describió recientemente la estrategia de la empresa como una "campaña de tierra quemada" contra la sindicalización. Hasta la fecha, los trabajadores han presentado más de 1.000 cargos por prácticas laborales abusivas en total, con más de 700 de ellas aún por resolver.

El dueño cobró 6.666 veces más que un barista

A mayor falta de libertades políticas y carencias de la plantilla, mayores son las ganancias corporativas. La patronal se aferra a su negativa, aunque firmar un convenio colectivo costaría a Starbucks menos que lo que genera en un día de ventas, y menos que los 96 millones de dólares que el CEO Brian Niccol cobró en solo cuatro meses de 2024, una brecha salarial 6.666 veces mayor respecto al sueldo promedio de un barista.

Mientras los trabajadores exigen mejores horarios y salarios que les permitan subsistir, la empresa enfrenta creciente presión de inversores y más de 100 legisladores que exigen "negociar de buena fe". Sin embargo, las buenas palabras no parecen persuadir a los dueños de la multinacional. Por ello, los trabajadores han llamado a redoblar la presión, apoyar su lucha y a hacer boicot a la cadena "desde cualquier parte".