Los mercenarios de Sudán anuncian "tregua" de tres meses
Las RSF aceptan "supervisión internacional" y "ayuda humanitaria"; el Gobierno denuncia maniobra política de las milicias pro-occidentales armadas por Emiratos Árabes Unidos.
Mohamed Hamdan Dagalo, alias Hemedti, líder de las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) de Sudán, anunció una "tregua humanitaria" de tres meses en el país, después de la presión de Estados Unidos y del Cuarteto para Sudán —EE.UU., Egipto, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos—, ante una masacre que ha afectado a miles de personas.
En palabras de Hemedti, la tregua "permitirá garantizar la seguridad de los civiles y facilitar la llegada de ayuda supervisada por organismos internacionales", incluyendo el Cuarteto, la Unión Africana y la IGAD. Sin embargo, algunos analistas locales e internacionales advierten que la medida responde más a intereses estratégicos y financieros de los aliados internacionales y del propio liderazgo paramilitar que a la protección de la población, lo que podría servir para rearmar y reorganizar a las RSF.
Acusaciones de tregua-trampa
El Gobierno sudanés califica la tregua como una maniobra política y recuerda que los altos el fuego anteriores fueron incumplidos por las RSF, que aprovecharon esos periodos para reforzar sus posiciones militares. El jefe del Ejército, Abdelfatah al Burhan, se mostró dispuesto a negociar, pero exige la retirada de las RSF de las ciudades y la exclusión de Emiratos Árabes Unidos del Cuarteto, debido a su apoyo directo a los paramilitares.
El conflicto, que varios actores internacionales califican como genocidio, estalló en abril de 2023, con decenas de miles de sudaneses asesinados y más de 13 millones de desplazamientos internos y externos, lo que, unido al brote de cólera que asola la región, genera la peor crisis humanitaria del planeta según la ONU.
La toma de El-Fasher en octubre de este año por parte de las RSF supuso numerosos asesinatos extrajudiciales, violaciones y ataques selectivos a comunidades por motivos étnicos, especialmente a la población negra en Darfur, evidenciando la dimensión criminal del accionar de las fuerzas paramilitares.