Los técnicos de Hacienda de la Agencia Tributaria han iniciado este miércoles 26 de noviembre su primera huelga en 17 años, convocada por Gestha, sindicato mayoritario de la rama, para exigir más recursos contra el fraude fiscal y mejores condiciones laborales. La protesta incluye concentraciones frente al Ministerio de Hacienda en Madrid, donde se espera la asistencia de al menos 1.500 técnicos, llegados de todo el Estado español, según informa el diario Público.

Carlos Cruzado, portavoz de Gestha, señala ante el diario progresista que la huelga responde a "la falta de carrera profesional clara, movilidad y competencias específicas en la lucha contra el fraude", lo que incumpliría la disposición adicional cuarta de la Ley 36/2006, que obliga al Gobierno español a "adaptar las funciones y responsabilidades de los técnicos a su desempeño".

Gestha alerta que la insuficiencia de medios ha derivado en una pérdida de recursos públicos y en un enfoque desproporcionado hacia pequeños contribuyentes en lugar de grandes evasores. Según detalla Cruzado, los técnicos se ven asumiendo funciones superiores en el 75% de los casos por falta de inspectores, y las denuncias por delitos fiscales han caído un 82% desde 2011, pasando de más de 1.000 al año a apenas 130. “El modelo está agotado. Dependemos de estructuras anquilosadas que no permiten flexibilidad para atender los nuevos retos de la Agencia Tributaria”, explica el portavoz.

Los cálculos de Gestha muestran que con un aumento del 40% en la plantilla operativa, la Agencia Tributaria podría recaudar 4.977 millones de euros adicionales anuales contra el fraude y ahorrar otros 3.000 millones en control del gasto público. Actualmente, la recaudación contra el fraude asciende a 18.928 millones de euros, con un índice de desempeño de 718.976 euros por cada empleado operativo. El sindicato subraya que, de las 26.000 personas dedicadas a tareas operativas en el Estado español, muchas no pueden especializarse ni trasladarse geográficamente por la "rigidez de la promoción interna", lo que afecta a la "eficiencia y a la motivación del personal".

"Redistribución de esfuerzos hacia el control de grandes fortunas y empresas"

Además de recursos, Gestha exige "reconocimiento profesional, movilidad funcional y geográfica", así como una "redistribución de esfuerzos hacia el control de grandes fortunas y empresas", sectores que actualmente reciben un porcentaje mínimo de la supervisión fiscal y que sin embargo representan la mayor parte de la evasión fiscal. “No solo reivindicamos que se reconozcan las funciones que desempeñamos, sino que se asignen funciones con más efecto en la lucha contra los grandes evasores fiscales”, concluye Cruzado.