Trump aprovecha un tiroteo contra la Guardia Nacional en Washington para ampliar su ofensiva antiinmigrante
Un uniformado muerto y otro herido crítico cerca de la Casa Blanca por un atacante afgano, lo que el presidente utiliza para anunciar deportaciones masivas y restricciones adicionales.
Un tiroteo ocurrido a pocas manzanas de la Casa Blanca, donde un miembro de la Guardia Nacional resultó muerto y otro herido crítico, ha servido al presidente estadounidense Donald Trump para lanzar una nueva ofensiva contra las personas migrantes. Según ha confirmado la administración Trump, el presunto autor es Rahmanullah Lakanwal, un ciudadano afgano de 29 años que llegó a Estados Unidos en 2021 durante la evacuación de Kabul.
Trump calificó el hecho como un "acto de terror" y prometió que el "animal" responsable pagaría el "precio más alto". Inmediatamente después del ataque, el Departamento de Seguridad Nacional suspendió todas las solicitudes de visa para afganos y anunció la "reexaminación de cada extranjero que haya entrado desde Afganistán bajo Biden", con planes de deportación masiva.
El incidente proporciona cobertura política para la agenda antiinmigrante de Trump, que ya había terminado con los programas de acogida para cubanos, haitianos, nicaragüenses, venezolanos y ucranianos establecidos durante la administración Biden. Sin embargo, los datos oficiales demuestran que las personas migrantes cometen menos delitos que los nacidos en Estados Unidos, y la violencia por parte de personas migrantes es estadísticamente insignificante.
La estrategia de seguridad de Trump se basa en el despliegue masivo de la Guardia Nacional en ciudades como Washington y Chicago, una medida que tribunales federales han considerado ilegal pero que el gobierno utiliza como herramienta de propaganda. Con el tiroteo Trump ha justificado enviar 500 guardias adicionales a la capital, reforzando la militarización de los espacios públicos como respuesta a incidentes que magnifica con fines políticos.