El Departamento de Justicia de Estados Unidos ha destapado un caso que ha sacudido los cimientos de la confianza pública en las agencias antidrogas estadounidenses, justo cuando Trump presume de su lucha contra el narco: Paul Campo, un ex alto funcionario de la DEA (Administración de Control de Drogas) con 25 años de servicio, y su asociado Robert Sensi, fueron acusados de conspirar para lavar unos 12 millones de dólares en ganancias de narcotráfico del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), una organización designada como "terrorista extranjera". La acusación, desclasificada el 5 de diciembre en el Distrito Sur de Nueva York, detalla cómo Campo, quien se jubiló en 2016 como subdirector de Operaciones Financieras de la DEA, utilizó sus conocimientos en investigaciones financieras para asistir a lo que creía era un miembro del cártel. 

La operación encubierta, que involucró a un informante confidencial actuando como enlace del CJNG, comenzó en diciembre de 2024 y se extendió hasta noviembre de 2025. Según el acta de acusación, Sensi, un exoperador de la CIA con un historial turbio que incluye una condena por robo en 1988 y presuntos lazos con esquemas de estafas piramidales, presentó a Campo al informante, presumiendo de su "amigo que dirigía las finanzas de la DEA". Juntos, acordaron lavar 750.000 dólares convirtiendo efectivo en criptomonedas, y planearon manejar el grueso de los 12 millones mediante inversiones inmobiliarias y transacciones digitales. 

"Volarlo todo"

Además, discutieron la adquisición de drones comerciales para transportar explosivos C-4, hasta seis kilos por unidad, suficientes para "volarlo todo", según una grabación, junto con rifles AR-15, M4, M16, lanzagranadas y RPG para el arsenal del cártel. Estas conversaciones, respaldadas por horas de audios, datos de geolocalización y correos electrónicos, revelan cómo Campo alardeaba de su experiencia en operaciones antidrogas para guiar al "miembro del CJNG" en la producción de fentanilo y evasión de investigaciones federales.

El CJNG, liderado por Nemesio Oseguera Cervantes, alias "El Mencho", controla presuntamente gran parte del tráfico de cocaína, metanfetaminas y fentanilo hacia Estados Unidos. Designado como "organización terrorista" en febrero de 2025 por el Departamento de Estado, el cártel ha intensificado sus tácticas de intimidación. El fiscal Jay Clayton y el administrador de la DEA, Terrance C. Cole, condenaron la "traición" de Campo como "un deshonor que erosiona la fe en la aplicación de la ley".

Ambos hombres, de 61 y 75 años respectivamente, se declararon no culpables ante el juez magistrado y fueron condenados a prisión provisional sin fianza, con audiencias pendientes para el 19 de diciembre. Enfrentan cargos por conspiración de narcoterrorismo (mínimo 20 años, máximo cadena perpetua), distribución de narcóticos (mínimo 10 años, máximo perpetua), apoyo material a una organización terrorista (hasta 20 años) y lavado de dinero (hasta 20 años).