Un agente de la Ertzaintza disparó el pasado mes de abril un proyectil de foam a Iker Arana, durante las cargas efectuadas en el desalojo del Gaztetxe Etxarri II de Rekalde (Bilbo, Bizkaia). Como consecuencia del disparo, el bilbaíno perdió un testículo. El ertzaina ha declarado hoy por primera vez en el juzgado de Bilbo después de que el Gobierno Vasco le informara el pasado mes de julio de la identidad de quien presuntamente disparó contra Arana.

Con motivo de la declaración de hoy, la plataforma Justizia Aranarentzat (JA) realizó una convocatoria de movilización para este mediodía, en la que decenas de personas se han concentrado frente al juzgado. La plataforma ha denunciado la impunidad policial y reivindicado el derecho a la protesta.

"Este caso y otros recientes ponen de manifiesto la brutalidad e impunidad de la Ertzaintza", ha destacado la plataforma, que ha advertido de que este tipo de hechos demuestran que "el derecho a la protesta no está garantizado". "No es de recibo que le pase lo que le pasó a Iker por solidarizarse con un Gaztetxe", ha explicado, y ha reivindicado que "la protesta contra las injusticias es legítima", que "es necesario defender los gaztetxes" y que es imprescindible "combatir la criminalización".

Para JA, el objetivo es que "en el futuro no se produzcan otros casos similares", pero cree que, para ello, hay que "depurar todas las responsabilidades". Ha destacado la importancia de la "movilización social" en este camino.

El 3 de abril, en Rekalde, la Ertzaintza detuvo e hirió a varias personas, entre ellas a Iker, a quién disparó una bala de foam, quedando mutilado como consecuencia de las heridas. Contra la impunidad policial, presentaron JA en julio, con varias reivindicaciones como base: entre otros, la prohibición de balas de foam y escopetas, garantizar la identificabilidad de los policías y el desmantelamiento de la brigada móvil.