El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, ha reconocido por primera vez que al menos 23 mujeres desarrollaron tumores debido a los fallos en el programa de cribado de cáncer de mama, que afectaron a 2.317 pacientes oficiales con retrasos en la comunicación de resultados "dudosos". Lo ha hecho durante la presentación de su libro 'Manual de convivencia' en Barcelona este 13 de diciembre, lejos del territorio que gobierna, precisando que supone algo más del 1% de las afectadas y relativizando la gravedad al compararlo con las medio millón de mamografías anuales realizadas.

Moreno ha atribuido el origen del escándalo a que "una jefatura de servicio se saltó el protocolo" en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, concentrando allí la mayoría de incidencias, aunque la crisis se extendió a todas las provincias y derivó en dimisiones como la de la consejera de Salud, Rocío Hernández, y varios delegados territoriales. Ha defendido su respuesta como "ejemplar", con disculpas públicas y un nuevo protocolo que permite pruebas complementarias el mismo día. Se ha sentido "injustamente tratado" pese a que, según él, la sanidad ha sido su "prioridad".

Estas declaraciones han avivado críticas por banalizar una tragedia que asociaciones como Amama y ahora también el propio presidente, vinculan a muertes y cánceres avanzados, cuestionando las cifras oficiales y denunciando falta de transparencia. Opositores reprochan a Moreno medir el sufrimiento en puntos electorales y eludir responsabilidades políticas, señalando que los fallos revelan un "deterioro estructural del sistema público bajo su mandato": retrasos crónicos, derivaciones masivas a la privada y colapso en diagnósticos pese a presupuestos récord.

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Una de las mujeres afectadas se dirige a Bonilla en el parlamento andaluz. Video: @AndaluciaSinVOX (X)