La presidenta de Casa47 admite que el impacto en el precio de la vivienda tardará mínimo cinco años
Leire Iglesias, presidenta de la recién creada empresa pública, reconoce la "ausencia de soluciones inmediatas" y admite que el impacto de la empresa tardará "varios años" en apreciarse.
La presidenta de la recién creada empresa pública Casa 47, Leire Iglesias, ha declarado en una entrevista radiofónica que serán necesarios al menos cinco años para observar un impacto significativo en los precios de la vivienda en el Estado español. Esta admisión pone en evidencia los límites de la iniciativa gubernamental, presentada como una "respuesta ambiciosa" a la crisis habitacional, pero que, según sus propias palabras, no ofrecerá resultados palpables a corto plazo.
En su intervención en la Cadena Ser, Iglesias ha rechazado cualquier promesa ilusoria: "Si hubiera una solución mágica, cualquiera la hubiera aplicado ya". Ha enfatizado que el problema no se resuelve con "deseos a los Reyes Magos", sino con "realidades", y ha insistido en que Casa 47 busca aprovechar el parque existente y acelerar la provisión de vivienda asequible. Sin embargo, esta cautela contrasta con el anuncio inicial del Gobierno de movilizar 183.000 unidades, de las cuales, según Iglesias, ya se han activado más de 100.000 (en construcción o entregadas).
Analistas del sector inmobiliario interpretan estas declaraciones como un reconocimiento implícito de que la empresa pública llega con retraso a un problema estructural, donde la oferta no es el único ni principal obstáculo. Iglesias ha aludido a ciclos recurrentes de crisis cada década, pero ha evitado profundizar en el rol dominante de los grandes tenedores y fondos de inversión en el encarecimiento del mercado.
La presidenta ha admitido que la próxima incorporación de 13.000 viviendas procedentes de la Sareb es una cifra modesta. Para ampliar el parque público, Casa 47 ha lanzado ofertas de compra y planea invertir en nueva construcción en áreas de mayor tensión, como grandes ciudades y zonas costeras. No obstante, ha señalado que la mayor disponibilidad de stock se concentra en regiones afectadas por la anterior burbuja inmobiliaria, donde el colapso dejó miles de inmuebles vacíos, muchos aún en manos privadas.