Según los últimos datos publicados por Eurostat, correspondientes a 2024, el 18% de la población declara no poder mantener su vivienda a una temperatura adecuada durante los meses fríos, una cifra que sitúa al Estado español entre los países de la Unión Europea con mayores niveles de pobreza energética. Este indicador, que refleja la capacidad de los hogares para afrontar el gasto en calefacción sin renunciar a necesidades básicas como alimentación o alquiler, afecta a cerca de una de cada cinco familias.

El dato procede de la encuesta anual de condiciones de vida (EU-SILC), que mide la "incapacidad para mantener la vivienda adecuadamente caliente". En 2017, último año completo antes del cambio de Gobierno, la tasa era del 8%, según series históricas. Desde entonces, ha aumentado progresivamente, alcanzando un pico del 20,8% en 2023 antes de descender ligeramente al 18% en 2024, gracias a una moderación parcial en los precios energéticos. 

Evolución marcada por crisis sucesivas

Entre 2015 y 2019, la tasa se mantuvo relativamente estable, oscilando entre el 7,5% y el 10,6%, estando el Estado por debajo de la media europea en algunos años. El mínimo se alcanzó en 2019, con un 7,5%. Sin embargo, a partir de 2020, la tendencia cambió drásticamente. La pandemia de Covid-19 redujo los ingresos de muchos hogares, especialmente los más precarios, mientras aumentaba el tiempo pasado en casa (por el confinamiento, entre otros) y, por tanto, el consumo energético.

En 2021, la inflación energética incipiente elevó la tasa al 14,2%. El punto de inflexión llegó en 2022 con la guerra de Ucrania, que desencadenó la mayor crisis del gas en Europa desde los años 70, disparando los precios de la electricidad y combustibles. Ese año, la proporción subió al 17,1%, y en 2023 alcanzó el máximo histórico del 20,8%.

Viviendas antiguas

La ineficiencia térmica del parque inmobiliario juega un rol clave: millones de viviendas antiguas y mal aisladas requieren entre un 25% y un 40% más de energía para alcanzar la misma temperatura. Además, la precariedad laboral y la situación de pobreza de muchas familias "dificulta la planificación de gastos energéticos", llevando a muchos hogares a mantener termostatos bajos para evitar facturas impagables.

Contexto europeo

En cuanto al contexto europeo, en 2024, la media de la UE se sitúa en torno al 9%, menos de la mitad que en el Estado español. Solo Bulgaria y Grecia (ambos 19%), y Lituania (18%) presentan cifras similares o superiores. Países como Finlandia, Polonia, Eslovenia o Luxemburgo registran tasas inferiores al 3%.