La Ertzaintza archiva la desaparición de las pruebas de drogas del hijo del jefe de la comisaria de Ondarroa
Hasta cinco documentos y pruebas positivas desaparecieron del expediente sancionador, mientras el jefe de la comisaría mantiene su puesto.
La Unidad de Asuntos Internos de la Ertzaintza ha decidido archivar la investigación sobre la desaparición de hasta cinco pruebas clave en un expediente sancionador por positivo en drogas contra el hijo del jefe de la comisaría de Ondarroa, al "no poder identificar responsables concretos" pese a reconocer "deficiencias" graves en la gestión de evidencias.
El caso se remonta a agosto de 2024, cuando agentes de la misma comisaría sancionaron al joven en un control de tráfico en Mendexa. Posteriormente desaparecieron: la denuncia original, la solicitud de análisis a la Policía Científica, el acta de derechos, el informe de signos externos y la bolsa con el test de drogas y el hisopo salival. Además, pruebas de otras dos denuncias similares al mismo joven y a un amigo "se esfumaron" antes de llegar al laboratorio.
Como consecuencia, el implicado evitó dos multas de 1.500 euros cada una y la retirada de seis puntos del carnet. Fuentes internas apuntan a una presunta intervención del padre, jefe de la comisaría, para minimizar el incidente. Un jefe de operaciones, molesto por el trato diferencial respecto a otros casos, elevó denuncia a Asuntos Internos.
La unidad reconoce "irregularidades en la gestión y tramitación" de dos expedientes, pero cierra el procedimiento por "imposibilidad de atribuir autoría", dejando el asunto en la más absoluta impunidad. El mando implicado continúa en su puesto, sin ninguna consecuencia.