Santiago Abascal, presidente de VOX, ha sido elegido presidente del partido “Patriotas por Europa” durante la asamblea general celebrada en París este sábado, junto a figuras destacadas de la extrema derecha como Marine Le Pen. Esta agrupación, que surgió en el verano de 2024 a iniciativa del primer ministro húngaro Viktor Orbán y de Reagrupamiento Nacional, el partido de Le Pen, aspira a unir a las formaciones de extrema derecha europeas bajo un mismo liderazgo y aumentar su influencia en la Eurocámara. Este bloque, conocido como Patriots Group, es el tercer grupo parlamentario en importancia, con 86 escaños en el Parlamento Europeo, solo por detrás del Partido Popular Europeo y el grupo S&D.
Abascal, tras su elección, expresó su apoyo a Le Pen, aludiendo al proceso judicial que ella y otros 23 miembros de su partido enfrentan en el Estado francés por presunta malversación de fondos del Parlamento Europeo. En su primer discurso, el líder de Vox reivindicó la defensa de “las tradiciones cristianas” y denunció “las ideologías liberticidas y la dictadura verde,” en referencia a las políticas ambientales de la UE, que considera “una amenaza para las naciones soberanas”.
Patriotas por Europa incluye a partidos de extrema derecha de 11 países, entre ellos Fidesz de Orbán, el Partido de la Libertad de Austria y Alianza de Ciudadanos Descontentos de la República Checa. A esta coalición se unieron en julio VOX, la Liga italiana de Matteo Salvini, y otros partidos, con el propósito de unificar un movimiento que hasta ahora operaba disperso, dificultando su capacidad de influencia en Bruselas. El grupo también defiende políticas migratorias aún más restrictivas, la protección de “la familia tradicional” y tiene sus matices en el apoyo militar a Ucrania.
La creación de este bloque refleja el avance de la extrema derecha en Europa. En países como el Estado francés, Austria, Hungría y la República Checa, esta tendencia ha logrado victorias en las recientes elecciones de julio. Así, Patriotas por Europa se presenta como una alternativa a los bloques tradicionales de la UE, con Orbán y Le Pen a la cabeza de una alianza que busca consolidarse como una fuerza decisiva frente a los partidos tradicionales de izquierda y conservadores del continente.