El Colegio de Abogados de Gipuzkoa ha denunciado la suspensión de las visitas de abogados y familiares a internos de la cárcel de Zaballa desde el 17 de diciembre de 2024; “una vulneración grave del derecho a la defensa” según el Colegio. Esta situación podría deberse a una huelga encubierta del personal penitenciario, lo que impediría a los reclusos ejercer sus derechos fundamentales, reconocidos en el artículo 24 de la Constitución y el 51.2 de la Ley Orgánica General Penitenciaria. El Departamento de Justicia del Gobierno Vasco ha anunciado que prevé restablecer el servicio próximamente con personal de refuerzo, según EFE.
El Juzgado de Vigilancia Penitenciaria de Bilbao ha solicitado investigar el aumento de bajas laborales entre el personal vigilante de la prisión, lo que ha provocado el cierre de talleres y la suspensión de comunicaciones con familiares y abogados. Además, según denuncia la organización antirrepresiva Tinko, los presos llevan semanas sin salir del módulo. El director de Zaballa, Benito Aguirre, ha confirmado que desde el 4 de diciembre se han registrado 73 bajas laborales, afectando a unos 840 reclusos y dejando solo 200 trabajadores en servicio interno. Ante esta crisis, el Gobierno Vasco ha aprobado la incorporación de 32 interinos —10 este viernes y 22 el lunes— para restablecer los servicios básicos y priorizar la reanudación de las visitas y actividades. Aguirre ha asegurado que “los servicios educativos, culturales y de ocio serán reactivados cuanto antes”, tras haber sido suspendidos temporalmente.
El juzgado ha calificado la situación de “alarmante e insostenible” y ha instado al Gobierno Vasco a tomar medidas urgentes. El Departamento de Justicia ha iniciado la incorporación del nuevo personal y evalúa sanciones disciplinarias contra aquellos funcionarios que se han ausentado de manera colectiva. La UGT, a través de su presidente José Ramón López, ha criticado “la gestión penitenciaria del Gobierno Vasco” y ha advertido “del riesgo de colapso del sistema si persiste la falta de personal y recursos”. Mientras tanto, el director de Zaballa ha señalado que, si las visitas presenciales no pueden restablecerse de inmediato, “los internos podrán comunicarse con sus familias mediante tabletas electrónicas”.
Desde Tinko, subrayan que la cárcel “no sólo es un medio para eliminar de la calle a todo aquel que no entra en los parámetros de la sociedad burguesa a causa de la exclusión y la miseria”, sino que es “una de las herramientas más importantes para proteger los beneficios de los poderosos”. Dentro de este sistema penitenciario, Tinko denuncia el rol de los funcionarios de prisiones: “los carceleros, que no son más que unos parásitos, están pidiendo unas migas de pan más a cambio de esa función de criado que cumplen, aunque sea a costa de los más indefensos”.
Ante esta situación, Tinko denuncia “la dejación” de la administración pública del Gobierno Vasco y recuerda que “también en las cárceles de Euskal Herria sigue la represión”.