El discurso de Navidad de Felipe VI, previsto para este martes 24 de diciembre de 2024, se presenta en uno de los momentos más tensos de su reinado. En el marco de una creciente polarización política y crispación social, la monarquía enfrenta un nivel de escrutinio y cuestionamiento más alto de los últimos años.
El mensaje se grabó en el Palacio Real; no en la residencia privada de la Zarzuela, como es habitual. Se trata de un escenario cargado de simbolismo, porque el Palacio Real es la sede oficial de la Corona y está asociado con la historia de la monarquía española y la figura del Rey como Jefe de Estado. Esta elección no es casual: busca resaltar el décimo aniversario de su reinado y refuerza la imagen institucional de la monarquía, subrayando su rol como “garante de la unidad y estabilidad de España”. También busca dar solemnidad al mensaje en un contexto de creciente polarización y críticas hacia la monarquía.
El mensaje del rey no solo será una reflexión sobre la coyuntura estatal, sino también sobre lo que denominan “unidad de la nación”. En un momento marcado por la crispación social, la figura de la Corona se ha visto sometida a fuertes críticas, tanto de sectores de izquierdas como de la ultraderecha. Uno de los puntos clave será la defensa de la Constitución española y de “la cohesión frente a los desafíos”, donde probablemente se apelará a la “unidad política y social en una sociedad cada vez más fragmentada”. En este sentido, se espera que Felipe VI haga alusión a temas como la crisis social, la ley de amnistía y la gestión de catástrofes, como la DANA en el País Valencià, que provocó fuertes protestas contra la presencia de los monarcas.
En su intervención, es posible que Felipe VI también aborde la situación internacional, con especial énfasis en el conflicto de Ucrania y “los retos globales”. A lo largo de su reinado, Felipe VI ha marcado un perfil distante y diplomático sobre las cuestiones internacionales, algo que podría reiterar en este contexto de creciente incertidumbre. El discurso, que será emitido por RTVE y otras 29 cadenas, se convierte en un acto de reafirmación de la institución de la Corona ante un panorama complicado, marcado por la caída de audiencia en los últimos años.
Datos de audiencia en picado
El discurso de 2023 registró un fuerte descenso de audiencia, con solo 6.044.000 espectadores, lo que representa una pérdida de 673.000 personas en comparación con el año pasado. Este descenso, del 10% respecto a 2023, convierte a este mensaje en el segundo menos visto de la historia, solo por detrás del de 2016, que alcanzó los 5.822.000 seguidores. La cuota de pantalla también cayó medio punto, quedando en un 64,1%.
El mensaje de Felipe VI, transmitido por 30 cadenas de televisión, fue seguido principalmente por mujeres (65,2%) y por los mayores de 64 años (65%). A nivel regional, la audiencia fue más alta en Murcia (75,6%), Castilla-La Mancha (74,9%) y Aragón (73,8%), mientras que en Catalunya (42,3%) y la Comunidad Autónoma Vasca (46,7%) fueron las que menos seguimiento registraron. La emisión comenzó a las 21:00 horas y tuvo una duración de 13 minutos, con un consumo total de televisión de 9,4 millones de personas, una caída de casi un millón de espectadores respecto al año anterior.
Este descenso en la audiencia se suma a una tendencia a la baja en los últimos tres años. En 2020, el discurso alcanzó su pico histórico con 10.760.000 espectadores, coincidiendo con la pandemia de COVID-19. Sin embargo, la figura de la monarquía parece estar perdiendo interés en este contexto. A pesar de ello, la elección del Palacio Real como escenario y el décimo aniversario de Felipe VI en el trono confieren al mensaje un valor simbólico y político significativo.