El carguero ruso Ursa Major (Osa Mayor) se hundió en el mar Mediterráneo el pasado 23 de diciembre, entre las costas del Estado español y Argelia, tras una explosión en su sala de máquinas. La agencia de noticias estatal rusa RIA, citando a la empresa Oboronlogistics, que depende del Ministerio de Defensa de Rusia, afirmó que el incidente fue un “acto terrorista”. El Ursa Major, que transportaba grúas portuarias y piezas para la construcción de rompehielos, se dirigía al puerto de Vladivostok, en el extremo oriental de Rusia.
El hundimiento ocurrió el lunes por la noche, y dos de los 16 tripulantes siguen desaparecidos, mientras que los 14 restantes fueron rescatados y trasladados al puerto de Cartagena, en Murcia. Según medios rusos, el barco estaba en ruta hacia Vladivostok, pero algunos informes británicos indican que la nave “formaba parte de una misión secreta dirigida a Siria para retirar equipo militar tras la caída del gobierno de Bashar Al Assad”.