China ha lanzado su nuevo buque de asalto anfibio Sichuan este viernes, el primero de la clase 076, capaz de lanzar aviones de combate mediante un sistema de catapulta electromagnética. De acuerdo a la agencia china Xinhua, este buque de última generación de con un desplazamiento de 40.000 toneladas refuerza la proyección de poder de la Armada del Ejército Popular de Liberación (PLAN) en aguas distantes. La embarcación también permite el aterrizaje de aviones de combate en su cubierta, lo que amplía las capacidades operativas de las fuerzas chinas. La modernización de la flota naval es parte de un plan más amplio para mejorar la capacidad de China de operar más allá de sus costas, incluyendo el desarrollo de un portaaviones nuclear para facilitar despliegues más largos.
En paralelo, la situación en el estrecho de Taiwán se mantiene tensa. El 26 de diciembre de 2024, Taiwán realizó su primer simulacro de tabletop, que involucró a múltiples agencias gubernamentales para prepararse ante una posible escalada militar con China. Este ejercicio, dirigido por el vicepresidente taiwanés Hsiao Bi-khim y el secretario general del Consejo de Seguridad Nacional, Joseph Wu, se centró en la preparación ante una guerra de “zona gris” de alta intensidad y un escenario de conflicto inminente. El simulacro también incluyó la participación de organizaciones civiles y planes de respuesta ante emergencias. Esta iniciativa se enmarca en los esfuerzos continuos de Taiwán por fortalecer su capacidad de respuesta ante potenciales ataques externos, especialmente por parte de China, que ha intensificado sus maniobras militares cerca de la isla en los últimos años.
A medida que China intensifica su modernización militar, Taiwán se prepara. Los simulacros de Taiwán se suman a una serie de ejercicios de alto nivel realizados por China alrededor de la isla, lo que ha elevado las preocupaciones de varios estados del mundo sobre la estabilidad en la región del Indo-Pacífico. Ambos países continúan en una carrera por la superioridad militar que resulta insostenible para la isla, mientras que las tensiones políticas y militares siguen en aumento en el estrecho de Taiwán.