El Estado español y Marruecos están ultimando los detalles para la apertura de las aduanas comerciales en Ceuta y Melilla, un paso clave en las relaciones bilaterales que ha estado en proceso desde 2022. El retraso en la documentación de las primeras mercancías impidió que la apertura se concretara el 2 de enero. Pero fuentes cercanas al proceso indican al diario El País que el acuerdo podría producirse en los próximos días. Las delegaciones gubernamentales en ambas ciudades autónomas mantienen contacto con empresarios locales para coordinar los primeros envíos, aunque la falta de claridad sobre el alcance del acuerdo ha generado preocupación.
El presidente de Melilla, Juan José Imbroda, expresó su oposición al acuerdo, advirtiendo que “podría limitar la capacidad de exportación de los comerciantes locales y beneficiar a Marruecos de forma desproporcionada”. Sin embargo, fuentes gubernamentales consultadas por El País indican lo contrario, señalando que “se permitirá la exportación de productos fabricados en España”, como electrodomésticos y artículos de higiene. Por parte de Marruecos, se exportarán productos frescos y áridos.
Por el momento, solo se permitirá el paso de un camión diario por cada puesto aduanero; un intercambio modesto y controlado. El proceso de apertura ha estado marcado por desconfianza y retrasos, con múltiples pruebas piloto y reuniones técnicas durante más de dos años. Aunque Rabat ha mostrado cautela y ha pedido cambios en varias ocasiones, ambas partes parecen estar firmemente interesadas en el proceso. La apertura de las aduanas representa un pequeño pero significativo avance en la normalización de las relaciones comerciales entre ambos estados, pese a las limitaciones impuestas para evitar tensiones diplomáticas y económicas.
