Este jueves, el BCE tiene previsto anunciar una nueva reducción de 25 puntos básicos en los tipos de interés, marcando el cuarto recorte consecutivo tras las disminuciones efectuadas en septiembre, octubre y diciembre de 2024. Con esta medida, el tipo de interés se ubicará en el 2,75%, descendiendo por debajo del 3% por primera vez desde principios de 2023.
La decisión se fundamenta en que la inflación en la zona euro se aproxima a los niveles objetivo del BCE. En diciembre, la inflación aumentó dos décimas, situándose en el 2,4%, una cifra que coincidió con las expectativas de los inversores de mercado. Esta aparante estabilidad inflacionaria permite al BCE continuar con su estrategia de reducciones graduales de los tipos de interés, con el objetivo de alcanzar una tasa “neutral”; que “ni estimule ni frene” la actividad económica.
Sin embargo, el panorama económico europeo enfrenta desafíos serios. La presidenta del BCE, Christine Lagarde, ha instado a Europa a prepararse para posibles aranceles por parte de la administración de Donald Trump. Durante el Foro Económico Mundial en Davos, Lagarde enfatizó “la importancia de anticiparse a medidas proteccionistas y de contar con un plan de respuesta”. Aunque hasta ahora no se han implementado aranceles generalizados, la incertidumbre en torno a las políticas comerciales de Estados Unidos añade presión sobre la economía europea.
A nivel geopolítico y económico, la reducción de los tipos de interés por parte del BCE busca estimular el crecimiento económico en la zona euro, especialmente ahora, que la economía alemana está en recesión y la francesa prácticamente estancada. Para ello, busca facilitar el acceso al crédito para empresas y consumidores. No obstante, esta política monetaria más laxa podría debilitar el euro frente al dólar, afectando el comercio internacional y las balanzas comerciales de los países miembros. Además, la posible imposición de aranceles por parte de Estados Unidos podría desencadenar tensiones comerciales, obligando a Europa a buscar alianzas alternativas y a reevaluar sus estrategias comerciales y diplomáticas en el escenario global.