El Gobierno cubano ha iniciado un proceso de dolarización parcial con el objetivo de fortalecer su economía, captar divisas y reactivar sectores productivos clave. Se han autorizado la apertura de establecimientos comerciales en zonas turísticas que operan en dólares estadounidenses (USD), permitiendo tanto pagos en efectivo como con tarjetas electrónicas. Además, ciertos comercios aceptan dólares en efectivo, buscando canalizar el dinero en divisas fuera del sistema financiero formal.
Estas medidas forman parte de una estrategia integral que incluye la promoción de la bancarización y el uso de medios de pago electrónicos para optimizar la gestión de divisas. Se han introducido nuevos productos financieros, como tarjetas prepago, para facilitar transacciones en dólares. A su vez, el sistema bancario mantiene operativas las cuentas en Moneda Libremente Convertible (MLC), lo que abre el uso de las divisas dentro del país.
El Gobierno también ha dado prioridad a la producción nacional, especialmente en el sector agroalimentario, implementando programas de financiamiento para mejorar la infraestructura tecnológica y reducir la dependencia de importaciones. La modernización de la empresa estatal y la promoción de la transformación digital en la gestión pública son otros ejes fundamentales de la estrategia, que busca “garantizar la estabilidad económica y el bienestar de la población en el largo plazo”.