Hoy se cumplen cinco años de la tragedia en Zaldibar (Bizkaia). El 6 de febrero de 2020, un gran deslizamiento en el vertedero sepultó bajo miles de toneladas de residuos a dos operarios: Joaquín Beltrán y Alberto Sololuze. Ambos perdieron la vida atrapados por la basura; el cuerpo de Sololuze fue hallado en agosto de 2020, pero Beltrán sigue desaparecido tras darse por finalizada su búsqueda en mayo de 2021. La plataforma Zaldibar Argitu ha convocado un acto este domingo en el barrio de Eitzaga a las 12:30 horas.
La empresa Verter Recycling era la propietaria del vertedero, inaugurado en 2011. Tras el derrumbe, las labores de rescate encendieron todas las alarmas: se encontraron restos de amianto entre los residuos, se desataron varios incendios, se detectaron altos niveles de dioxinas y furanos, y el terreno estaba completamente inestable. Con el paso de los días, salió a la luz que Verter ya conocía el riesgo de que ocurriera un desastre de estas características. Uno de los trabajadores fallecidos había advertido previamente del peligro, señalando que no se podía almacenar más basura: el vertedero había alcanzado su capacidad máxima en solo una década, cuando se suponía que debía tardar 35 años. A comienzos de febrero, se detectaron varias grietas en la infraestructura. Aunque los ingenieros de Geyser HPC recomendaron investigar el origen de las fisuras, Verter continuó aceptando residuos, incluso el mismo 6 de febrero.
Más adelante se supo que Verter no fue la única en ocultar la situación: el Gobierno Vasco también conocía el riesgo. El Departamento de Medio Ambiente estaba considerando sancionar a la empresa tras detectar, en varias inspecciones, que el estado del vertedero era peligroso. Identificaron al menos 23 irregularidades, pero al considerarlas “leves”, no se aplicó ninguna medida ni sanción. A día de hoy, las condiciones del área siguen siendo inciertas: un informe del Gobierno Vasco de 2023 afirmaba que la estabilidad del vertedero seguía “en riesgo”, a pesar de que, supuestamente, se han realizado trabajos de sellado.
Tres investigaciones en curso
Hasta el momento, se han abierto dos investigaciones en el Juzgado de Durango (Bizkaia) relacionadas con el caso Zaldibar. La primera ya está cerrada y abordó la tragedia como un “accidente laboral”. Se señaló como responsables de un “homicidio imprudente” a tres directivos de Verter Recycling: el propietario José Ignacio Barinaga, la gerente María Arrate Bilbao y el ingeniero jefe Juan Elosegi Etxeberria. Sin embargo, el caso se resolvió con un acuerdo y se les impuso una condena de solo seis meses de prisión, que ninguno de ellos cumplió. Los acusados admitieron que sabían de los problemas de inestabilidad del vertedero.
La segunda investigación en Durango no consideró la muerte de los trabajadores, sino el daño medioambiental. Aún no se ha celebrado juicio y el proceso sigue en fase de instrucción; Zaldibar Argitu ha denunciado los continuos retrasos. Están imputados tres técnicos del Gobierno Vasco, tres responsables de Verter, tres geólogos de la consultora Lurtek y cuatro técnicos de la empresa de ingeniería Geyser. Se han personado como acusación el Ayuntamiento de Zaldibar, Zaldibar Argitu y Ekologistak Martxan.
El pasado otoño, varios medios informaron de que el mismo juzgado había abierto una tercera investigación, identificada con el número 449/2023. Aunque no se detallaron los pormenores, parece que el proceso se centra en un posible “delito contra la ordenación del territorio”.