Las ventas de Tesla en Alemania cayeron un 59.5% en enero de 2025, según la Autoridad Federal de Transporte por Carretera (KBA), con solo 1,277 unidades vendidas, lo que reduce su participación de mercado al 0.6%. Este desplome coincide con una serie de declaraciones controvertidas de Elon Musk, CEO de la compañía, quien en los últimos meses ha expresado su apoyo al partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). Estas posturas han generado un fuerte rechazo en gran parte de la opinión pública y podrían estar afectando la confianza de los consumidores en la marca.
Volkswagen, aunque vive una crisis sin precedentes, mantiene su liderazgo en el mercado con 46.381 unidades vendidas en el mismo periodo. Pero la Gigafactoría de Berlín-Brandeburgo, única planta de Tesla en Europa, enfrenta un panorama aún más incierto. A pesar de que la empresa ha negado planes de despidos masivos, la caída en ventas y la creciente presión social podrían impactar su operación en el mediano plazo. El entorno político ha influido tanto que han surgido movimientos en redes sociales y medios locales con mensajes críticos hacia Musk, lo que podría indicar un cambio en la percepción de la marca.
La situación de Tesla en Alemania pone en evidencia cómo las decisiones y opiniones personales de líderes empresariales pueden influir directamente en el rendimiento comercial de sus compañías. La empresa enfrenta ahora el desafío de reparar su imagen y reconectar con una base de clientes que, en un entorno político y económico sensible, parece cada vez más alejada de la marca.