En el Estado español, el coste de los seguros de salud para personas mayores de 65 años ha experimentado un aumento significativo, triplicando el precio que pagan los usuarios de 40 años. Según datos de la Confederación Española de Organizaciones de Mayores (Ceoma), este colectivo paga, de media, unos 100 euros más al mes, lo que eleva el precio mensual a unos 180 euros. Esta subida se enmarca en un contexto de incremento generalizado de las primas, que ha alcanzado un 50% desde la pandemia. La situación se ve agravada por la disminución de la calidad en la sanidad pública, lo que ha llevado a más de 12 millones de habitantes a contratar seguros privados.
Las aseguradoras justifican los aumentos de precio en función del “riesgo asociado a la edad avanzada”, similar a otros sectores como el seguro de automóviles. Sin embargo, organizaciones como Facua y Ceoma alertan sobre el “edadismo” implícito en estas políticas, ya que muchas compañías no solo suben las primas, sino que también pueden rechazar a clientes mayores o no renovarles las pólizas si superan un cierto gasto. En 2022, el 5% de las reclamaciones presentadas a la Dirección General de Seguros estuvieron relacionadas con estos casos. La situación es especialmente preocupante para aquellos que, después de años de pagos, temen perder la cobertura de su seguro.
Para 2025, las aseguradoras han anunciado subidas adicionales de entre el 10% y el 15%, las más altas en los últimos diez años, debido al aumento de los costes sanitarios y la creciente demanda de servicios privados. Aunque las aseguradoras también han lanzado opciones de seguros “low-cost” o con copago para hacer frente a esta situación, estas alternativas suelen ofrecer coberturas reducidas. Ante esta situación, los colectivos de mayores piden al Gobierno español “una mayor sensibilidad”, como la recuperación de las deducciones fiscales para este grupo, para aliviar su carga económica.
