Si la inmigración se detuviera, la población de la UE podría reducirse más de un tercio para el año 2100

Las proyecciones de Eurostat anticipan consecuencias económicas y sociales desastrosas si no se mantiene la inmigración.

Imagen de archivo de un grupo de refugiados, en su mayoría de Siria, marchó por la carretera en Dinamarca hacia Suecia después de haber sido detenidos durante varios días en una escuela danesa en Padborg, 2015.
Foto: Mauricio Lima/ The New York Times.

Europa enfrenta una crisis demográfica sin precedentes, con proyecciones que sugieren una caída drástica de su población para el año 2100, lo que generaría graves desafíos económicos. Según los últimos datos de Eurostat, sin migración, la población de la Unión Europea podría reducirse más de un tercio, pasando de 447 millones a 295 millones. Esta drástica disminución se debe a las bajas tasas de natalidad y el envejecimiento acelerado de la población. En contraste, si se mantienen los niveles actuales de migración, la caída sería algo más moderada, alcanzando una reducción del 6%, hasta los 419 millones de habitantes.

En este contexto, la falta de inmigrantes podría agravar aún más los problemas económicos. “El principal problema será un crecimiento más lento debido a la reducción de la fuerza laboral y una mayor carga tributaria, ya que el gasto en pensiones y la demanda de atención sanitaria y social aumentarán”, explica en The Guardian John Springford, del Centre for European Reform. La situación será especialmente grave en países como Italia, Alemania y el Estado francés, donde la extrema derecha aplica o presiona con fuerza en las políticas antiinmigración. En Italia, por ejemplo, las proyecciones apuntan a que la población podría reducirse a menos de la mitad si no se permiten inmigrantes.

Aunque el debate sobre la inmigración se intensifica, los expertos coinciden en que incluso con una mayor llegada de migrantes no se solucionarán por completo los desafíos demográficos. “Aumentar los niveles de inmigración no resolverá estos problemas demográficos por sí solo, ya que los números necesarios serían muy grandes, y hay pocos migrantes dispuestos a trasladarse”, advierte Springford. Sin embargo, considera que la inmigración “puede ser una solución parcial para aliviar la transición hacia una sociedad más envejecida”.

En el sur de Italia han puesto en marcha proyectos piloto de “reasentamiento” de inmigrantes como supuesto “modelo para revitalizar áreas rurales afectadas por el envejecimiento”. En pueblos pequeños, la llegada de 50 migrantes ha permitido cierta reactivación de la comunidad, con la reapertura de la escuela local y la creación de nuevos trabajos. Sin embargo, expertos alertan que la integración de inmigrantes en el mercado laboral será “esencial” para que fórmulas de este tipo tengan éxito a largo plazo.