El 24 de febrero, alrededor de 1.000 activistas pro-Palestina se congregaron frente a la sede de Maersk en Copenhague, Dinamarca, para protestar contra el papel de la empresa en el transporte de armas a territorios ocupados palestinos. La manifestación, organizada bajo la campaña “Mask off Maersk” (Desenmascarar a Maersk), formó parte de un campamento de protesta coordinado por el Colectivo CRAC.
Maersk, una de las mayores navieras del mundo, ha sido acusada de transportar millones de toneladas de carga militar desde Estados Unidos a la Palestina ocupada desde el 7 de octubre de 2023. La campaña “Mask off Maersk”, impulsada por el Movimiento de la Juventud Palestina, ha logrado acciones similares en otros países, como el bloqueo de barcos en el puerto de Algeciras (Estado español), en noviembre del año pasado. Los manifestantes exigen que Maersk “corte todos los vínculos con el Ministerio de Defensa de Israel y cese el envío de material militar”.
Durante más de cuatro horas, los activistas bloquearon el acceso a la sede de Maersk, mientras la policía intentaba dispersar a los manifestantes. Estos insistieron en la necesidad de “terminar todos los contratos e inversiones que apoyan el genocidio y la ocupación de Palestina”. La protesta indica la creciente presión internacional sobre empresas que colaboran con el genocidio contra el pueblo palestino.
