El ministro de las Fuerzas Armadas francesas, Sébastien Lecornu, anunció el domingo que el Elíseo asignará 195 millones de euros en asistencia militar a Ucrania, utilizando para ello los intereses generados por activos rusos congelados. En declaraciones al medio La Tribune Dimanche, Lecornu explicó que estos fondos se destinarán a la adquisición de obuses y bombas planantes para equipar los aviones Mirage 2000 entregados previamente a Kiev.
La decisión se enmarca en la intención por parte de los estados europeos por mantener el apoyo a Ucrania en un contexto de reducción de la ayuda militar estadounidense. Paralelamente, el Ministerio de Defensa de Rusia informó el 8 de marzo que había retomado las localidades de Viktorovka, Nikolaievka y Staraia Sorotchina, en la región rusa de Kursk, donde se han registrado enfrentamientos con fuerzas ucranianas. El blog DeepState, vinculado a fuentes militares ucranianas, señaló que se habría producido una “brecha” en las líneas de defensa ucranianas al sur de la localidad de Sudja, bajo control de Kiev.
Por otro lado, el presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky confirmó que una delegación de su país se reunirá el 11 de marzo en Arabia Saudí con representantes estadounidenses para tratar posibles avances hacia un acuerdo de paz. “Esperamos discutir y acordar las decisiones y pasos necesarios”, afirmó Zelensky en un discurso. Mientras tanto, el gobierno ucraniano informó que en la noche del 9 de marzo, las fuerzas rusas lanzaron 119 drones contra diversas regiones del país, de los cuales 71 habrían sido derribados, mientras que otros 37 no habrían causado daños significativos.