La Unión Europea (UE) y la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) han planteado planes que implicarían para el Estado español un aumento significativo de su gasto militar, con incrementos anuales de hasta 6.000 millones de euros.
Estos planes forman parte de una estrategia más amplia para reforzar las capacidades militares europeas y reducir la dependencia de Estados Unidos, en un contexto geopolítico cada vez más incierto. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha evitado concretar el ritmo de crecimiento del gasto militar, aunque ha adelantado que el objetivo del 2% del PIB, inicialmente previsto para 2029, se alcanzará antes de esa fecha.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, presentó este miércoles en el Parlamento Europeo el plan Rearmar Europa, que busca movilizar 800.000 millones de euros en los próximos cuatro años. Este plan pretende elevar el gasto militar conjunto de la UE desde el actual 2% del PIB hasta superar el 3%. De esta cantidad, 650.000 millones deberán provenir de los presupuestos estatales, lo que supone un incremento promedio del 1,5% del PIB en gasto militar para los Estados miembros.
El Estado español, que actualmente destina el 1,28% de su PIB al ejército y al armamento, según estimaciones de la OTAN para 2024, debería aumentar su gasto en 22.500 millones hasta 2029, lo que equivale a unos 5.600 millones adicionales anuales. Este aumento no contabilizaría para los objetivos de déficit público, según la Comisión.
Además, el plan Rearmar Europa incluye un nuevo instrumento financiero, el SAFE (Security Action for Europe), que movilizará 150.000 millones en créditos para financiar compras de sistemas militares europeos. El Estado español ha solicitado que parte de estos fondos sean transferencias comunitarias a fondo perdido, pero la Comisión no ha aceptado esta propuesta.
Por otro lado, la OTAN también presiona para que sus países miembros aumenten su gasto militar. En la próxima cumbre de La Haya, en junio, se revisará el objetivo actual del 2% del PIB, establecido en 2014, y se elevará por encima del 3%. Para el Estado español, esto supondría un incremento de más de 1,5 puntos sobre su actual 1,3%, llevando su gasto militar al 2,8% del PIB. Ambos organismos exigen, por tanto, que el presupuesto armamentístico del Estado español crezca entre 5.000 y 6.000 millones anuales, ajustados al crecimiento del PIB.
