El presidente de Rusia, Vladimir Putin, propuso este jueves la consideración de un gobierno temporal en Ucrania bajo los auspicios de la ONU, en un esfuerzo por organizar elecciones democráticas. Durante una reunión en la ciudad rusa de Múrmansk, Putin cuestionó la legitimidad de los actuales dirigentes ucranianos, argumentando que, según la Constitución de Ucrania, los representantes del poder ejecutivo deben ser designados por un presidente legítimo, cuyo mandato habría expirado. En este contexto, afirmó que “la falta de legitimidad de los dirigentes ucranianos afecta a las instituciones del país y genera un vacío de poder”.
Putin también mencionó el papel de las organizaciones neonazis, como el Batallón Azov, en el poder real en Ucrania, señalando que estas fuerzas “están ganando influencia y recursos”. Según el mandatario ruso, la presencia de estas formaciones “pone en duda la validez de las decisiones políticas actuales, ya que podrían cambiar con la llegada de nuevos líderes”.
Bajo este marco, propuso una “solución histórica” bajo la administración provisional, que ya se ha aplicado en otros conflictos internacionales, especialmente en situaciones de mantenimiento de la paz. Putin sugiere que una administración provisional “podría ser el primer paso para celebrar elecciones democráticas” y, posteriormente, “alcanzar un acuerdo de paz legítimo reconocido globalmente”.
El presidente ruso ha dejado claro que la implementación de este gobierno temporal “sería discutida con actores internacionales como Estados Unidos, la Unión Europea y los socios de Rusia”, aunque advirtió que “la solución no debe implicar sacrificios a costa de Rusia”.
Washington ha rechazado por el momento la propuesta del presidente ruso. Desde la Casa Blanca aseguran que “la gobernanza en Ucrania debe ser determinada por su Constitución y por el pueblo ucraniano”, según ha afirmado un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional.
