Un total de 83,4 millones de personas vivían desplazadas dentro de sus propios países a finales de 2024, una cifra sin precedentes impulsada por conflictos armados y catástrofes naturales, según el informe anual del Observatorio de Desplazamiento Interno (IDMC, por sus siglas en inglés), publicado desde Ginebra y recogido por la agencia EFE.
El dato supone un incremento del 11 % respecto al año anterior y duplica el número registrado hace seis años. “Estas cifras demuestran que el desplazamiento interno no es sólo una crisis humanitaria: es un claro reto político y de desarrollo que requiere mucha más atención de la que recibe actualmente”, declaró la directora del IDMC, Alexandra Bilak.
El 90% de los desplazamientos —73,5 millones de personas— se debieron a violencia o conflictos, siendo Sudán el país más afectado, con 11,6 millones de desplazados internos debido a la guerra civil. Le siguen Siria (7,4 millones), Colombia (7,3 millones) y la República Democrática del Congo (5,3 millones).
En cuanto a los desplazamientos provocados por desastres naturales, el total ascendió a 9,8 millones, un aumento del 29 % respecto a 2023. Afganistán registró 1,3 millones de desplazados por sequías e inundaciones, seguido por Chad (1,2 millones), Filipinas (1 millón) y Etiopía (757.000), de acuerdo con el IDMC.
Estados Unidos lideró los desplazamientos relacionados con catástrofes, con 11 millones de movimientos, principalmente por los huracanes Helene y Milton en Florida.
En términos geográficos, el África Subsahariana concentra casi la mitad de los desplazados internos del mundo (38,8 millones), mientras que el 20 % se encuentra en Oriente Medio y el Magreb, y el 12% en América.
Además, el informe advierte que el número de países afectados simultáneamente por conflictos y fenómenos naturales se ha triplicado desde 2009. A esta cifra habría que sumar los 43,4 millones de refugiados y solicitantes de asilo en el exterior, según lo contabilizado por ACNUR a mediados de 2024.
