El primer ministro británico, Keir Starmer, ha declarado que su Gobierno mantiene conversaciones con “varios países” para establecer centros de retorno destinados a “albergar” a solicitantes de asilo cuya solicitud haya sido definitivamente rechazada en el Reino Unido.
Así lo anunció el jueves durante una visita oficial a Albania, según informó Al Jazeera el 15 de mayo. Estas instalaciones funcionarían como “plataformas de procesamiento previas a la expulsión” y formarían parte de un nuevo enfoque en política migratoria destinado a reducir las llegadas irregulares al país.
Starmer reconoció que la medida “no será una solución mágica”, pero la enmarca dentro de “un paquete más amplio de medidas contra las redes de tráfico de personas”. Durante su estancia en Tirana, el jefe del Ejecutivo británico evitó mencionar los países concretos con los que se está negociando.
La propuesta ha sido comparada con el plan de deportaciones a Ruanda diseñado por el anterior Gobierno conservador, que Starmer calificó anteriormente de “gimmick” (truco publicitario) y que canceló tras asumir el cargo en julio de 2024.
En la misma comparecencia, el primer ministro de Albania, Edi Rama, señaló que el acuerdo firmado con Italia para albergar hasta 36.000 solicitantes de asilo al año es “un caso excepcional” y que aún está pendiente de resoluciones judiciales. Rama añadió que “llevará tiempo evaluar su eficacia”.
La propuesta se suma a otras reformas impulsadas por el Ejecutivo laborista, como el endurecimiento de los requisitos para acceder al estatus de residencia permanente.
El portavoz oficial de Starmer precisó que los centros estarán destinados a personas que “han agotado todas las vías legales para permanecer en el Reino Unido” y que “emplean tácticas para retrasar su expulsión, como la pérdida de documentación”.
La iniciativa se produce en un contexto de presión política por el aumento de la inmigración irregular y el avance del partido Reform UK, liderado por Nigel Farage, que ha capitalizado parte de la reacción frente a las políticas migratorias anteriores; ya de por sí endurecidas.