La presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, negó este martes la existencia de los llamados “protocolos de la vergüenza” que su Ejecutivo aprobó en marzo de 2020 durante la primera ola de la pandemia.
En una rueda de prensa con motivo del ecuador de la legislatura, Ayuso afirmó que “nunca se aplicaron y nunca fue una orden de este Gobierno”, en referencia a los documentos que desaconsejaban la derivación de mayores desde residencias a hospitales.
La existencia de estos protocolos ha sido confirmada en diversas ocasiones por fuentes oficiales y forman parte de la causa judicial por la que están imputados dos ex altos cargos del Gobierno madrileño: Carlos Mur y Francisco Javier Martínez Peromingo.
La presidenta vinculó la querella presentada por denegación discriminatoria a una supuesta “estrategia política” del Gobierno central: “Esto fue un tema que se archivó hace tres años, que ahora reabre la Fiscalía provincial, que jerárquicamente depende del señor que ha emprendido una operación de Estado contra mí, como todo el mundo sabe, y que este señor depende del presidente del Gobierno”, declaró, en referencia al fiscal general del Estado, Álvaro García Ortiz.
Según Ayuso, “se han archivado 62 denuncias por este asunto” y comparó la situación con la gestión en otras comunidades, preguntando “por qué esos protocolos no dan vergüenza en esas regiones y sí en una región donde nunca se aplicaron”.
Sobre las asociaciones de víctimas y familiares de residentes fallecidos, Ayuso sostuvo que la Comunidad de Madrid habría ofrecido colaboración y encuentros: “Les hemos invitado a venir a ver todo lo que les inquiete y seguimos reiterando ese ofrecimiento”.
Sin embargo, las familias niegan que tales ofrecimientos se hayan producido, según recoge Público. Durante la misma intervención, Ayuso reivindicó su gestión de la pandemia, pidió que se investigue también al Ministerio de Sanidad y otras comunidades autónomas, y afirmó que Madrid tiene “la mejor sanidad” y es “cada vez más próspera y verde”.