Jubilados de distintos puntos de Argentina se movilizaron nuevamente este miércoles frente al Congreso en Buenos Aires para exigir una mejora en las condiciones de vida, en rechazo a las medidas fiscales del Gobierno de Javier Milei.
Según recogió la agencia EFE, la protesta se realizó pese a un fuerte operativo policial, bajo el protocolo “antipiquetes” vigente desde diciembre. “Nos corren, nos agreden, nos pegan. Nos han ‘gaseado’ más de una vez. Pero, ¿qué hacemos con el miedo? No podemos tener miedo”, expresó a EFE Lidia Duarte, una manifestante de 72 años que participa desde hace una década en estas movilizaciones.
Los reclamos se centran en la actualización de las jubilaciones mínimas —que en mayo fueron de 296.481 pesos, equivalentes a unos 253 dólares al cambio oficial— y en la restitución de la gratuidad de medicamentos. Según datos oficiales, el 63,5% de los 7,4 millones de jubilados del país cobra la mínima, cifra que se eleva a 366.481 pesos (312 dólares) con un bono adicional.
Sin embargo, esta suma sigue por debajo del umbral oficial de pobreza (359.243 pesos) y muy lejos del cálculo de la Defensoría de la Tercera Edad de la Ciudad de Buenos Aires, que estima el mínimo necesario en 1.200.523 pesos (1.021 dólares) mensuales para adultos mayores.
“De siete millones de jubilados en Argentina, cinco millones cobran 350.000 pesos. Conclusión: no llegan ni al límite de la pobreza, están en la indigencia”, denunció Eduardo Martínez, del Plenario de Trabajadores Jubilados.
También criticó la eliminación de la moratoria previsional, que permitía acceder a la jubilación sin cumplir con todos los aportes. “Estamos frente a un proceso que nosotros lo calificamos como una suerte de genocidio silencioso de todos los adultos mayores de este país”, añadió. Reporteros de EFE fueron testigo del despliegue policial y del desarrollo tenso de la jornada.