El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha anunciado una propuesta para aumentar la inversión pública en vivienda hasta los 7.000 millones de euros en el próximo ciclo presupuestario, una cifra que, repartida en cuatro años, supone solo el 0,25% del presupuesto público anual.
El plan contempla que el Ejecutivo central aporte 4.000 millones (60% del total), mientras que los gobiernos autonómicos deberían asumir los 2.700 millones restantes (40%).
La medida será presentada este viernes en la Conferencia de Presidentes, en un contexto de fuerte desacuerdo con las comunidades gobernadas por el Partido Popular.
La propuesta ha sido recogida en una carta enviada por Sánchez a los presidentes autonómicos y difundida públicamente por el Ejecutivo, según informa El País.
En dicha carta, Sánchez reconoce que en el actual Plan Estatal de Vivienda 2022-2025 se han invertido 2.300 millones de euros y plantea “pasar de 2.300 a unos 7.000 millones” en el próximo periodo.
El presidente enmarca esta propuesta en “la necesidad de ampliar el parque público de vivienda y de garantizar el acceso al alquiler y la propiedad en un contexto de precios elevados.” No obstante, el grueso de la inversión prevista continúa siendo reducido en términos relativos: el 0,25% del gasto público anual, pese a representar un incremento respecto a periodos anteriores, donde las partidas en vivienda pública eran minúsculas,
Veinte veces menor que el gasto militar
En comparativa, Moncloa ha elevado el gasto militar real a 40.457 millones de euros, según estimaciones del Centre Delàs y datos recogidos por El Salto, lo que representa nada más y nada menos que el 2,48% del PIB; y a la espera de nuevas órdenes de la OTAN que exigen un 5%.
Este importe multiplica por más de veinte la inversión anual prevista para vivienda pública. El aumento del presupuesto militar incluye transferencias y créditos extraordinarios, además de partidas repartidas en otros ministerios, y responde al objetivo de cumplir los compromisos con la Alianza Atlántica.
Mientras la inversión estatal en vivienda sigue por debajo de la media europea y apenas alcanza el 0,25% del gasto público, el presupuesto militar ha registrado un incremento extraordinario y absorbe una proporción muy superior de los recursos públicos, lo que según analistas y el propio Banco de España podría condicionar la capacidad del Estado para afrontar futuras necesidades sociales.
El contraste entre ambas partidas evidencia una diferencia clara de prioridades en la política presupuestaria: el Gobierno español destina en armamento una cantidad veinte veces superior a la reservada para ampliar el parque público de vivienda y atender la emergencia habitacional, pese a que el Estado español sigue a la cola de Europa en inversión social en vivienda.
