La UE debate establecer una edad mínima común para acceder a las redes sociales

Madrid, París y Atenas impulsan la propuesta, que cuenta ya con el respaldo de nueve países, aunque sin consenso aún sobre la edad mínima a fijar.

Imagen de archivo del Parlamento Europeo en Estrasburgo (Estado francés).
Foto: hyggesalpaka/Unsplash

Los países de la Unión Europea han abierto este viernes en Luxemburgo un debate sobre la posibilidad de fijar una edad mínima común para acceder a las redes sociales, una iniciativa promovida por autoridades españolas, francesas y griegas, que ha sido y respaldada por los socios daneses, eslovenos, eslovacos, chipriotas e italianos.

La propuesta, discutida en el Consejo de Telecomunicaciones, también aboga por la introducción obligatoria de herramientas de control parental en todos los dispositivos móviles con acceso a internet”.

Aunque el Gobierno español y el eslovaco defienden establecer el límite en 16 años y el Estado francés, Dinamarca y Grecia apuestan por los 15, la propuesta no precisa aún una edad mínima para toda la UE, a la espera de cómo evolucione el debate entre los Veintisiete.

El ministro español de Transformación Digital, Óscar López, subrayó que “Europa tiene que entender que sin menores no hay proyecto europeo” y defendió “la urgencia de avanzar en la protección de los menores frente a los riesgos de internet y los contenidos inapropiados”.

La ministra francesa de Inteligencia Artificial y Digitalización, Clara Chappaz, advirtió que “el consumo excesivo de redes sociales expone a los menores a fenómenos que les hacen adictos y genera problemas de falta de atención”, y citó datos que indican que “dos de cada diez niños se despiertan durante la noche para ver sus notificaciones”.

La Comisión Europea prepara el lanzamiento en julio de una aplicación móvil para verificar la mayoría de edad de los usuarios en internet, como paso previo a la implantación del Monedero Digital en 2026.

El debate se produce en paralelo a la decisión de la empresa Aylo, propietaria de plataformas porno, de bloquear sus servicios en el Estado francés ante la exigencia de controles de edad, un asunto que varios ministros consideran crucial para garantizar que el contenido pornográfico “solo esté disponible para mayores de edad”.