El Gobierno español anuncia el ‘Verano Joven 2025’

Cuesta menos del 1% del presupuesto anual de Transportes, mientras Defensa absorbe fondos para financiar el equivalente a 276 años de movilidad juvenil.

La ministra de Educación, Formación Profesional y Deportes y portavoz del Gobierno, Pilar Alegría, presentando el Verano Joven 2025.
Foto: Pool Moncloa / Jose Manuel Álvarez

El Gobierno español ha lanzado por tercer año consecutivo el programa Verano Joven, destinando 120 millones de euros para ofrecer descuentos de hasta el 90% en trenes, autobuses e Interrail a jóvenes de entre 18 y 30 años, residentes legales en el Estado español, durante los meses de julio a septiembre.

El año pasado, según datos oficiales del Ministerio de Transportes, más de 1,4 millones de jóvenes recibieron los descuentos del programa, realizando cerca de 4 millones de viajes subvencionados. Renfe, por ejemplo, registró un incremento del 20% en la venta de billetes a jóvenes durante el verano de 2024 respecto al año anterior.

Sin embargo, este tipo de iniciativas no abordan las causas estructurales que determinan la posición socioeconómica de la juventud. Según la última Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre de 2025, la tasa de paro juvenil en el Estado se sitúa en el 27,7%, el doble de la media europea.

Además, el 65% de los jóvenes menores de 30 años sigue viviendo en casa de sus padres, y solo el 16% accede a una vivienda en propiedad antes de los 35 años, según el Observatorio de Emancipación Juvenil. La temporalidad laboral alcanza el 44% en los contratos de menores de 30 años, y el salario medio juvenil ronda los 1.100 euros mensuales.

El programa, por tanto, puede entenderse como una respuesta simbólica ante la incapacidad de ofrecer políticas de empleo estables y de redistributivas. Observadores críticos apuntan que, lejos de transformar la situación socioeconómica juvenil, el “Verano Joven” actúa como un paliativo que refuerza la imagen de un “Estado benefactor” sin alterar la lógica de fondo: la juventud sigue siendo un grupo de edad expuesta al empobrecimiento y la dependencia económica.

En definitiva, el “Verano Joven” vuelve a poner en evidencia la tendencia de las políticas públicas a gestionar la desigualdad juvenil con medidas temporales y de consumo. La movilidad subvencionada, aunque pudiera parecer bienintencionada, funciona en este caso para ocultar la ausencia de un proyecto de futuro que garantice a los jóvenes condiciones dignas y estables para su desarrollo.

Equivalente a cuatro tanques Leopard 2A8

Para poner en perspectiva el alcance del programa, los 120 millones destinados al Verano Joven representan menos del 1% del presupuesto total del Ministerio de Transportes para 2025 (más de 13.000 millones de euros). Y si se compara con otras partidas, la diferencia resulta aún más abismal: el presupuesto del Ministerio de Defensa para 2025 asciende a 33.123 millones de euros. Esto significa que solo con el presupuesto de Defensa de un año se podrían financiar el equivalente a 276 años de Verano Joven.

Puesto en especie, los 120 millones de euros destinados al Verano Joven equivalen aproximadamente al coste de tan solo cuatro tanques Leopard 2A8, cuyo precio unitario ronda los 29-30 millones de euros según las últimas adquisiciones europeas. Actualmente, el Ejército español dispone de unas 300 unidades de tanques Leopard de diferentes modelos. Así, vemos el presupuesto de toda la campaña de movilidad juvenil de un año ni siquiera cubriría una mínima fracción de una compra militar estándar, como la adquisición prevista por el Ministerio de Defensa de hasta medio centenar de estos carros de combate de última generación; es decir, más de 12 veces el Verano Joven para realizar una compra de tanques relativamente pequeña.

Por tanto, queda en evidencia el carácter testimonial de la inversión en movilidad subvencionada. Mientras tanto, las reivindicaciones estructurales de la juventud —empleo digno, acceso a la vivienda y estabilidad— siguen sin respuesta.