Tras la aprobación del programa Verano Joven, que ofrece bonificaciones de hasta el 50% en los billetes de alta velocidad para menores de 30 años, Renfe elevó el precio de los billetes básicos del AVE en torno a un 10,1%, según análisis de EsadeEcPol y datos recogidos por la CNMC y medios como La Razón y Xataka.
Este incremento ha sido especialmente notorio en rutas y franjas horarias con mayor demanda de viajeros jóvenes, y se ha aplicado tanto a los billetes básicos como a las tarifas “Elige”, “Confort” y “Premium”, aunque el mayor impacto se ha registrado en la opción más económica.
El diseño del descuento, calculado como porcentaje sobre el precio final, permite a la operadora pública trasladar parte del subsidio estatal a sus ingresos, ya que los jóvenes han seguido comprando billetes pese a la subida, mientras que el resto de usuarios afronta directamente el encarecimiento.
El efecto neto ha sido el “beneficio” del subsidio para los jóvenes queda parcialmente neutralizado por la subida de precios, mientras que los viajeros sin derecho al descuento resultan claramente perjudicados, pagando más por el mismo servicio.
La CNMC y EsadeEcPol subrayan que, pese al aumento de precios, la ocupación de los trenes AVE ha crecido, pero Renfe mantiene el AVE como la opción más cara frente a la competencia de Ouigo, Iryo y Avlo.
El caso ilustra cómo una política pública de subsidios puede ser absorbida parcialmente por la empresa operadora a través de ajustes en las tarifas, con un impacto desigual sobre los distintos perfiles de usuarios.