Acciona nació como Entrecanales y Távora S.A. en 1931, fundada por José Entrecanales Ibarra y Manuel Távora, y se creó a partir de la fusión con una empresa de ferrocarril que creció en la Restauración borbónica del siglo XIX.
La empresa forjó su patrimonio con la obra pública del franquismo y gracias a la represión. Durante la Guerra Civil y la posguerra, se consolidó como una de las grandes constructoras del régimen franquista, ejecutando numerosas obras públicas encargadas por las autoridades fascistas.
Entre sus primeros grandes proyectos está la canalización de aguas fecales en barrios acomodados de Sevilla, obra para la que la compañía solicitó al Ayuntamiento franquista el uso de presos políticos como mano de obra esclava. Estos reos, obligados a trabajar en condiciones infrahumanas, fueron alojados en el campo de concentración El Colector, creado expresamente para la obra y reconocido como tal en documentos oficiales de la época.
La colaboración de Entrecanales y Távora con la dictadura no fue casual: José Entrecanales fue distinguido en 1969 con la Gran Cruz de la Orden Imperial del Yugo y las Flechas, el mayor reconocimiento civil del franquismo, en el aniversario del golpe fascista. La empresa se benefició así de adjudicaciones y contratos públicos a costa de la de represión y explotación sistemática de la clase obrera vencida y represaliada en la Guerra Civil.
Consolidación, expansión y patrimonio manchado de sangre
Tras la muerte de Franco y la reforma política del franquismo, Acciona (resultado de fusiones y adquisiciones en los años 80 y 90) mantuvo su posición dominante en el sector de las infraestructuras, energía y servicios. De hecho, la familia Entrecanales, heredera directa de los fundadores, sigue controlando el grupo. Bajo la dirección del presidente que, curiosamente, se llama José Manuel Entrecanales (nombre compuesto con los nombres de los dos padres fundadores de la empresa), la compañía se ha expandido internacionalmente y ha diversificado su áreas de actuación sectores como “la energía renovable” y el transporte marítimo.
Según sus cuentas anuales, el patrimonio neto de Acciona al cierre de 2024 se sitúa en 4.812 millones de euros, con activos totales que superan los 10.000 millones y un volumen de negocios de 19.190 millones de euros.
Tramas de corrupción y vínculos con el PSOE
En la etapa democrática, Acciona ha seguido siendo protagonista de adjudicaciones públicas polémicas y ha aparecido en investigaciones sobre corrupción política, señalada a menudo como un auténtico cártel. Recientemente, la compañía ha sido destapada en el marco del “caso Koldo”, donde la Guardia Civil ha identificado adjudicaciones irregulares vinculadas a políticos del PSOE, como José Luis Ábalos, Koldo García y Santos Cerdán, así como a empresas como Servinabar y la propia Acciona.
El informe de la UCO, de 490 páginas, menciona a Acciona en numerosas ocasiones y la señala como pieza clave en la presunta red de pagos ilícitos y amaños de contratos. Según la investigación, Acciona habría realizado pagos en concepto de comisiones ilegales que ascienden a 620.000 euros, de los cuales 450.000 euros estaban aún pendientes de abono, vinculados a adjudicaciones de obra pública en ciudades como Murcia, Logroño, Sevilla y Sant Feliu de Llobregat, entre otras.
El informe identifica a Santos Cerdán, ex secretario de Organización del PSOE, como “el hombre de Acciona” encargado de gestionar estos pagos presuntamente ilícitos a favor de Ábalos y Koldo García.
Las grabaciones y mensajes intervenidos por la UCO muestran la cercanía entre Cerdán y Koldo García, y detallan cómo Cerdán transmitía instrucciones para la gestión de las “mordidas” y presionaba para el pago de las cantidades acordadas en el marco de adjudicaciones fraudulentas.
Además, el informe policial destaca que la relación entre ambos se remonta al menos a 2013, con Cerdán actuando como superior y enlace directo con la dirección de Acciona.
Acciona, por su parte, ha asegurado tener “un total desconocimiento” de los hechos que la vinculan con la trama y, al igual que el PSOE, ha abierto “una investigación interna” para “depurar responsabilidades”, señalando que el empleado señalado por la UCO “dejó la empresa en 2021”.
Un pasado que intenta borrar
Según denuncian fundaciones republicanas y memorialistas, en los últimos años, Acciona ha intentado reescribir su relato corporativo y eliminar las referencias a su actividad durante la posguerra y el franquismo, eliminando de su web menciones a la colaboración con el régimen y al uso de mano de obra esclava.
Sin embargo, la memoria histórica y la investigación periodística han documentado sobradamente la implicación de la empresa en los mecanismos de represión y explotación del fascismo, así como su capacidad para adaptarse y prosperar en los distintas fases políticas contemporáneas.
Acciona es, en definitiva, un ejemplo paradigmático de cómo la alta burguesía española y su estructura empresarial forjaron su fortuna en base a la represión y la explotación extrema sobre la clase trabajadora y han transitado impunemente del franquismo a la democracia, arrastrando vínculos con el poder político y prácticas opacas que siguen generando controversia en la actualidad, con un patrimonio milmillonario y un historial de menciones reiteradas en los informes de la UCO sobre corrupción política.