Ana María Fuentes, gerente del PSOE y una de las responsables interinas designadas por Pedro Sánchez para asumir la Secretaría de Organización tras la salida de Santos Cerdán, aparece mencionada en tres ocasiones en el informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil que investiga el denominado caso Koldo. Según el documento, Fuentes fue propuesta para el cargo por el propio Cerdán y asumió la gerencia unos meses antes de los hechos analizados.
El informe de la UCO recoge que en marzo de 2022, tras una reunión entre Cerdán y el exasesor ministerial Koldo García, este último contactó con el entonces director general de Carreteras, Javier Herrero, para avisarle de que “desde la Gerencia del PSOE” le solicitarían su teléfono con la intención de pedirle “el impuesto”.
En los mensajes intervenidos, García escribió: “Perdona que te moleste. Me pide tu teléfono el gerente del partido. Te puedo llamar 15 segundos”. Posteriormente, García añadió: “Solo es por decirte. Nada más. Creo que te van a pedir el impuesto”.

Herrero confirmó que había recibido “un formulario” desde la gerencia, aunque sin especificación de cuantía, lo que la UCO interpreta como “una petición de aportación económica“.
El PSOE ha defendido públicamente que el llamado “impuesto” es una “cuota voluntaria” de aportación de cargos públicos al partido, como han declarado el ministro Óscar López y el ministro Félix Bolaños.
El nombramiento de Ana María Fuentes como parte de la gestora que dirigirá la Secretaría de Organización socialista será efectivo hasta el Comité Federal del 5 de julio, donde se decidirá la nueva dirección.
Los hechos mencionados son sospechosos porque el informe de la UCO revela que desde la Gerencia del PSOE, ocupada por la porpia Fuentes, se solicitaban aportaciones económicas a responsables públicos mediante un sistema informal denominado “impuesto”, dentro del contexto de una trama de cobro de comisiones vinculada a adjudicaciones de obra pública.
La falta de transparencia, la ausencia de cantidades concretas y la implicación de altos cargos sugieren un posible sistema organizado de financiación irregular que implica a las más altas esferas del partido, lo que plantea serias dudas legales y políticas sobre la gestión interna y la “voluntad de regeneración del PSOE”.