El exministro Rodolfo Martín Villa, responsable político directo de la sanguinaria represión policial durante la Transición, ha sido citado a declarar como investigado por crímenes contra la humanidad en el Juzgado de Elda, tras décadas de impunidad y silencio institucional.
Junto a él comparecerá el exagente de la Policía Armada Daniel Aroca del Rey, por el asesinato de Teófilo del Valle en 1976, durante las huelgas del calzado en Alicante. Por primera vez, un tribunal español interroga a presuntos responsables de crímenes del franquismo bajo la tipificación de lesa humanidad, una demanda histórica de víctimas y organizaciones memorialistas.
El caso de Teófilo del Valle, joven oficinista de 20 años asesinado por la policía con seis disparos por la espalda, simboliza la brutalidad de la represión fascista y la impunidad judicial de la que gozan sus autores materiales y responsables políticos durante décadas.

La querella, admitida a trámite en 2024, se apoya en pruebas intactas y en el trabajo de investigación y presión social de colectivos como CEAQUA.
Siniestro historial
La justicia argentina ya procesó a Martín Villa por cuatro homicidios y lo mantiene imputado por al menos doce asesinatos en un contexto de crímenes contra la humanidad, incluyendo la masacre del 3 de marzo de 1976 de Gasteiz, la Semana Pro Amnistía (1977) y los Sanfermines de Iruñea (1978), tres de los episodios más sangrientos que dejó la Transición española en Euskal Herria y en el Estado.
Martín Villa ha admitido públicamente que pudo ser “responsable político y penal” de torturas y homicidios cometidos durante la Transición En su historial de crímenes atribuidos figuran:
- La matanza de Gasteiz (3 de marzo de 1976): cinco obreros asesinados a tiros y más de cien heridos por la policía durante una asamblea sindical
- Los sucesos de la Semana Pro Amnistía (mayo de 1977): al menos cinco muertos en diferentes ciudades, en el contexto de la represión de movilizaciones por la amnistía de presos políticos
- El asesinato de Germán Rodríguez en los Sanfermines de Iruñea (8 de julio de 1978), bajo las balas de la policía durante la represión de protestas.
- El asesinato de Arturo Ruiz en Madrid (enero de 1977), durante la llamada Semana Negra
- El asesinato de Teófilo del Valle en Elda (1976), ahora investigado en la justicia española
- Diversos casos de torturas, represión y destrucción de archivos policiales relacionados con la persecución política y sindical, ordenados desde el Ministerio que dirigía.
La impunidad de Martín Villa es el paradigma de la protección institucional a los verdugos de estos y más crímenes cometidos por el franquismo, una impunidad amparada por partidos de izquierda y derecha que juran lealtad a la Constitución española.
La justicia argentina, a través de la jueza María Servini, ha recordado que estos crímenes son imprescriptibles y que “la jurisdicción universal es la única vía ante el muro de silencio y la ley de amnistía vigente en España”. La citación de Martín Villa representa una pequeña grieta en la narrativa oficialista de la Transición y un recordatorio de las víctimas del fascismo institucional.