Se intensifica el enfrentamiento entre Israel e Irán: más de 230 muertos y ataques cruzados en tres días

El intercambio de misiles y bombardeos ha dejado 224 muertos en Irán y 13 entre los israelíes desde el viernes, sin señales de alto el fuego.

Imagen ilustrativa de Benjamin Netanyahu y el ayatollah Ali Khamenei.
Foto: @warintel4u (X)

El conflicto entre el Estado de Israel y la República Islámica de Irán ha vivido este fin de semana su mayor escalada en años, con tres jornadas consecutivas de ataques cruzados que han dejado un saldo devastador. Esta misma madrugada, el país persa ha lanzado su mayor ataque hasta el momento.

Desde la madrugada del viernes, cuando Israel lanzó la operación militar El alzamiento del león contra un centenar de objetivos en territorio iraní —incluidas instalaciones nucleares y sedes de la Guardia Revolucionaria—, Irán se ha defendido con varias salvas de misiles balísticos y drones. Ambos países han intercambiado misiles y amenazas en un clima de máxima tensión.

En Irán, los bombardeos han causado al menos 224 muertos y más de un millar de heridos en 18 provincias, según cifras oficiales. Entre las víctimas figuran altos mandos militares, como el jefe de inteligencia de la Guardia Revolucionaria, Mohamad Kazemi, y su número dos, Hasán Mohaqeq, asesinados en Teherán durante los ataques israelíes recientes. También se han registrado víctimas civiles tras bombardeos sobre zonas residenciales.

En respuesta, Irán ha lanzado ya ocho andanadas de misiles balísticos contra los territorios ocupados, que han causado la muerte de 13 personas y más de 150 heridos, además de daños en infraestructuras.

Los sistemas defensivos israelíes han interceptado más de un centenar de drones y misiles, aunque varias ciudades, como Haifa, han sufrido severos impactos directos. Concretamente, la refinería de Haifa, el mayor complejo de procesamiento de petróleo de la Palestina ocupada, fue alcanzada este fin de semana por misiles iraníes en el marco de la escalada militar.

Según la compañía operadora Bazan, el impacto ha provocado daños localizados en líneas de conducción y tuberías internas del complejo, aunque las instalaciones principales de refinación continúan operando y no se han registrado muertes en el lugar.

Ambos gobiernos han endurecido sus mensajes. Israel ha advertido que “Teherán arderá” si continúan los ataques, mientras que Irán ha instado a la población israelí a abandonar los territorios ocupados para “salvar sus vidas”.

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, ha confirmado la destrucción de la principal planta de enriquecimiento de uranio iraní en Natanz y ha asegurado que el objetivo de su país “no es un cambio de régimen”, aunque no descarta consecuencias a largo plazo.

Mientras los estados del mundo expresa su preocupación ante el riesgo de una guerra regional, el presidente estadounidense Donald Trump ha prometido “mediar para lograr un acuerdo de paz”, aunque por ahora no se vislumbra un alto el fuego.

La situación sigue siendo extremadamente volátil, con ambas partes advirtiendo que los ataques podrían continuar en los próximos días, siendo esta semana decisiva para determinar el cauce del conflicto.