Un ataque contra el grupo de extrema derecha “Saint-Michel Guards” ha tenido lugar recientemente en una zona boscosa en el Estado francés, presumiblemente cerca de París, según recogen vídeos difundidos en redes sociales y medios locales.
Según muestra el material audiovisual que circula en las redes, los miembros de “Saint-Michel Guards”, una organización fascista francesa, realizaba un campamento de entrenamiento cuando fue sorprendido por un grupo de militantes antifascistas que irrumpieron en el lugar. “Aunque se escondan en el bosque, los fascistas terminan cazados”, declaraba Antifa Squads en redes sociales.
En las imágenes se observa cómo los miembros de la organización fascista son apaleados por los antifascistas, que posteriormente reivindicaron la acción en sus canales habituales. “Quedaos con el bosque, nosotros tenemos la ciudad, París somos nosotros”, declara el texto del vídeo.
El episodio ha reavivado el debate sobre la presencia y la actividad de grupos fascistas y de extrema derecha en las calles del Estado francés, así como la labor combativa de los colectivos antifascistas en un contexto de auge reaccionario y crisis socioeconómica.
Saint-Michel Guards
Los “Saint-Michel Guards” son una organización francesa de reciente aparición, identificado en medios y redes sociales como una organización ultranacionalista y neofascista, con presencia en París y otras ciudades. Su actividad se inscribe en la tradición de grupúsculos que buscan visibilidad a través de entrenamientos paramilitares y actos públicos, siguiendo la estela de otros grupos históricos. La redes de estas pequeñas organizaciones fascistas han estado vinculadas en ocasiones al partido Reagrupamiento Nacional de Le Pen o otras formaciones de la ultraderecha francesa.
Tradición antifascista francesa
El antifascismo en el Estado francés tiene una larga historia, que se remonta por lo menos a la Resistencia armada contra la ocupación nazi en la Segunda Guerra Mundial y que ha continuado en las últimas décadas con la acción directa de colectivos como Action Antifasciste Paris-Banlieue (AFA Paris) o La Jeune Garde Antifasciste, recientemente disuelta por el Ministerio del Interior.
Estos grupos, surgidos en barrios obreros y con fuerte presencia de jóvenes y militantes combativos, se organizan para dar la batalla contra el fascismo en las calles, protagonizando enfrentamientos recurrentes con organizaciones neofascistas, especialmente en contextos de repunte electoral de la extrema derecha y de violencia reaccionaria callejera.
La tradición antifascista francesa se basa en la movilización y organización social de la clase obrera, la autodefensa y la acción directa, y por ello ha sido ampliamente reconocida por su capacidad y tenacidad frente a los intentos de la extrema derecha de ganar espacio en el ámbito público y político.
