Cinco temporeros migrantes del Campo Arañuelo (Almaraz, Cáceres) siguen encarcelados tras haber sido condenados en febrero a siete años de prisión cada uno y a pagar 5.000 euros a cada uno de los dos empresarios morosos para los que trabajaron, después de intentar cobrar los 20.000 euros que les debían en salarios.
Según recuerda la Coordinadora Juvenil Socialista (CJS) en un comunicado, los hechos ocurrieron en septiembre del año pasado, cuando los trabajadores, tras meses sin cobrar, “confrontaron a los caciques que les explotaban en su misma finca, les subieron a una furgoneta y les llevaron al banco para que les pagaran los 20.000 euros que les debían”.
El juez les condenó por “detención ilegal y lesiones”, y los trabajadores han permanecido en prisión provisional desde el momento de su detención, enfrentando el juicio “custodiados por la policía y engrilletados en todo momento, para mayor humillación y disciplinamiento”, explicaba CJS.
Desde la organización lamentan que “los trabajadores no sólo no verán un euro, sino que además de ser condenados a prisión habrán de pagar cinco mil euros a cada uno de los dos explotadores a los que enfrentaron aquel día”.
Afirman que la negación de los derechos políticos del proletariado migrante “es absoluta en el campo extremeño” y vinculan este caso a una situación estructural de explotación, impagos, infravivienda y precariedad laboral en el sector agrícola.
Además, CJS sostiene que este caso se suma a otros episodios de represión laboral y sindical en el campo español y denuncia que “la realidad del campo extremeño se mantiene igual: el cacique que explota, no paga y lleva a la muerte a los temporeros sigue siendo, pase lo que pase, el dueño del cortijo; y el temporero sigue siempre bajo su bota”.
Ante esta situación, la organización juvenil del Movimiento Socialista ha lanzado la campaña Libertad para los 5 de Almaraz, reclamando la excarcelación de los trabajadores y denunciando públicamente la criminalización de la protesta obrera y migrante.
Por ello, llaman a la movilización y a la solidaridad de clase con los temporeros condenados, y sostienen que “nuestro deber es claro: organizarnos con nuestros hermanos migrantes para acabar con todos estos crímenes del capital”. La campaña podrá seguirse a través de los canales oficiales de la CJS en redes sociales.
