Vox ha dado un nuevo giro en su discurso sobre inmigración al plantear de forma explícita la expulsión masiva de migrantes, incluyendo a sus hijos nacidos en el Estado español. En una rueda de prensa celebrada este lunes, la diputada Rocío de Meer defendió “la necesidad de iniciar un proceso de deportación masiva” para, según sus palabras, “preservar la identidad española”. Este proceso, según detalla Vox, se iniciaría con quienes “cometen delitos” o “no se adaptan a las costumbres”.
De Meer argumentó que la población extranjera ha crecido de forma exponencial desde los años 90, llegando a cifrar en “más de 7 millones” —incluida la segunda generación— las personas de origen migrante que viven en el Estado español. Según la diputada, es “extraordinariamente difícil” que estas personas puedan adaptarse a los “usos y costumbres españoles”, y responsabilizó al bipartidismo de “haber alentado la llegada de millones de migrantes”.
Vox utiliza el término “remigración masiva” para referirse a esta propuesta, que implicaría la repatriación forzosa tanto de migrantes como de sus descendientes, aunque hayan nacido en el Estado español. “Todas estas millones de personas que han venido hace muy poco tiempo a nuestro país y que no se han adaptado a nuestras costumbres y en muchísimos casos además han protagonizado escenas de inseguridad en nuestros barrios y en nuestros entornos tendrán que volver a sus países”, afirmaba De Meer.
El partido fascista enmarca esta propuesta en su defensa de la “supervivencia del pueblo español” y considera que se trata de un “proceso extraordinariamente complejo”, pero “necesario” para revertir lo que consideran un “daño causado por las políticas migratorias de los últimos gobiernos”.
La iniciativa ha sido calificada de xenófoba y contraria a los derechos humanos por organizaciones sociales y partidos de la oposición, que alertan del peligro de normalizar discursos de odio y criminalización de la población migrante.