La Oficina de Control Económico del Gobierno vasco ha elaborado un informe “desfavorable” pero no suspensivo sobre la compra de 300 BMW X1 para la Ertzaintza, cuyo coste unitario supera los 70.000 euros, incluyendo vehículo, rotulación y equipamiento. El documento, citado por ElDiario.es, señala que los pliegos técnicos parecen diseñados para favorecer a un único concesionario, Automóviles Oviedo, que ha suministrado vehículos a varios cuerpos policiales autonómicos y tiene relevancia en la región.
Se apunta que otras marcas como Nissan, Renault, Toyota o Ford también podrían haber cubierto las adquisiciones policiales, pero no compitieron. Un concesionario local de BMW tampoco presentó oferta al considerar el pliego dirigido al asturiano, único autorizado para las modificaciones específicas exigidas en la célula de traslado de detenidos.
El Partido Popular ha denunciado estas “suspicacias” y ha solicitado la destitución del viceconsejero de Seguridad, Ricardo Ituarte, vinculado a la tramitación del contrato en la pasada legislatura y ahora una de las figuras clave del Ejecutivo vasco. La portavoz del grupo popular en el Parlamento Vasco, Ainhoa Domaica, no descarta actuaciones legales adicionales y critica la ausencia de referencia al informe durante las comparecencias informativas en la Cámara.
El Gobierno vasco defiende que los requisitos se ajustaron para “corregir problemas detectados en vehículos previos”, como “el tamaño insuficiente para agentes altos”, y que el modelo adquirido “se corresponde con esos parámetros técnicos”.
Casi 24 millones de euros en vehículos policiales
La compra total se cifró en 23,59 millones de euros y fue financiada con fondos europeos del programa Next Generation EU, lo que implicó la aplicación de controles y alertas antifraude que detectaron puntos cuestionables en el expediente. Este proceso ha generado polémica no solo por el coste elevado de cada unidad, sino también por la concentración en un único proveedor y la posible falta de concurrencia competitiva.
Según detallan fuentes oficiales, los BMW X1 adquiridos son SUVs híbridos enchufables de gama alta, con tracción total y potencias combinadas que los sitúan como vehículos modernos y de tamaño adecuado para operaciones policiales, aunque el debate político sobre la adecuación y el coste persiste.